HARRY POTER Y LA PIEDRA FILOSOFAL Harry_Potter_y_la_Piedra_Filosofal_01 | Page 45

—¿Por qué? Vaya, Harry, todos querrían soluciones mágicas para sus problemas. No, mejor que nos dejen tranquilos. En aquel momento, el bote dio un leve golpe contra la pared del muelle. Hagrid dobló su periódico y subieron los escalones de piedra hacia la calle. Los transeúntes miraban mucho a Hagrid, mientras recorrían el pueblecito camino de la estación, y Harry no se lo podía reprochar: Hagrid no sólo era el doble de alto que cualquiera, sino que señalaba cosas totalmente corrientes, como los parquímetros, diciendo en voz alta: —¿Ves eso, Harry? Las cosas que esos muggles inventan, ¿verdad? —Hagrid —dijo Harry, jadeando un poco mientras seguirlo—, ¿no dijiste que había dragones en Gringotts? correteaba para —Bueno, eso dicen —respondió Hagrid—. Me gustaría tener un dragón. —¿Te gustaría tener uno? —Quiero uno desde que era niño... Ya estamos. Habían llegado a la estación. Salía un tren para Londres cinco minutos más tarde. Hagrid, que no entendía «el dinero muggle», como lo llamaba, dio las monedas a Harry para que comprara los billetes. La gente los miraba más que nunca en el tren. Hagrid ocupó dos asientos y comenzó a tejer lo que parecía una carpa de circo color amarillo canario. —¿Todavía tienes la carta, Harry? —preguntó, mientras contaba los puntos. Harry sacó del bolsillo el sobre de pergamino. —Bien —dijo Hagrid—. Hay una lista con todo lo que necesitas. Harry desdobló otra hoja, que no había visto la noche anterior, y leyó: COLEGIO HOGWARTS DE MAGIA UNIFORME Los alumnos de primer año necesitarán: — Tres túnicas sencillas de trabajo (negras). — Un sombrero puntiagudo (negro) para uso diario. 45