HARRY POTER Y LA PIEDRA FILOSOFAL Harry_Potter_y_la_Piedra_Filosofal_01 | Page 153
—Jugaré —informó a Ron y Hermione—. Si no lo hago, todos los
Slytherins pensarán que tengo miedo de enfrentarme con Snape. Les voy a
demostrar... les voy a borrar la sonrisa de la cara si ganamos.
—Siempre y cuando no te borren a ti del terreno de juego —dijo Hermione.
Sin embargo, a medida que se acercaba el día del partido, Harry se ponía más
nervioso, pese a todo lo que le había dicho a sus amigos. El resto del equipo
tampoco estaba demasiado tranquilo. La idea de alcanzar a Slytherin en el
torneo de la casa era maravillosa, nadie lo había conseguido en siete años,
pero ¿podrían hacerlo con aquel árbitro tan parcial?
Harry no sabía si se lo imaginaba o no, pero veía a Snape por todas
partes. Por momentos, hasta se preguntaba si Snape no lo estaría siguiendo
para atraparlo. Las clases de Pociones se convirtieron en torturas semanales
para Harry, por la forma en que lo trataba Snape. ¿Era posible que Snape su-
piera que ellos habían averiguado lo de la Piedra Filosofal? Harry no se
imaginaba cómo podía saberlo... aunque algunas veces tenía la horrible
sensación de que Snape podía leer los pensamientos.
Harry supo, cuando le desearon suerte en la puerta de los vestuarios, la tarde
siguiente, que Ron y Hermione se preguntaban si volverían a verlo con vida.
Aquello no era lo que uno llamaría reconfortante. Harry casi no oyó las palabras
de Wood, mientras se ponía la túnica de quidditch y cogía su Nimbus 2.000.
Ron y Hermione, entre tanto, encontraron un sitio en las gradas, cerca de
Neville, que no podía entender por qué estaban tan preocupados, ni por qué
llevaban sus varitas al partido. Lo que Harry no sabía era que Ron y Hermione
habían estado practicando en secreto el Maleficio de las Piernas Unidas. Se les
ocurrió la idea cuando Malfoy lo utilizó con Neville, y estaban listos para
utilizarlo con Snape, si daba alguna señal de querer hacer daño a Harry
—No te olvides, es locomotor mortis —murmuró Hermione, mientras Ron
deslizaba su varita en la manga de la túnica.
—Ya lo sé —respondió enfadado—. No me des la lata.
Mientras tanto, en el vestuario, Wood había llevado aparte a Harry
—No quiero presionarte, Potter; pero si alguna vez necesitamos que se
capture en seguida la snitch, es ahora. Necesitamos terminar el partido antes
de que Snape pueda favorecer demasiado a Hufflepuff.
—¡Todo el colegio está allí fuera! —dijo Fred Weasley, espiando a través
153