HARRY POTER Y LA PIEDRA FILOSOFAL Harry_Potter_y_la_Piedra_Filosofal_01 | Page 118
era pequeña, del tamaño de una nuez grande. Era de un dorado brillante y con
pequeñas alas plateadas.
—Esta dorada —continuó Wood— es la snitch. Es la pelota más
importante de todas. Cuesta mucho de atrapar por lo rápida y difícil de ver que
es. El trabajo del buscador es atraparla. Tendrás que ir y venir entre cazadores,
golpeadores, la quaffle y las bludgers, antes de que la coja el otro buscador,
porque cada vez que un buscador la atrapa, su equipo gana ciento cincuenta
puntos extra, así que prácticamente acaba siendo el ganador. Por eso
molestan tanto a los buscadores. Un partido de quidditch sólo termina cuando
se atrapa la snitch, así que puede durar muchísimo. Creo que el record fue tres
meses. Tenían que traer sustitutos para que los jugadores pudieran dormir...
Bueno, eso es todo. ¿Alguna pregunta?
Harry negó con la cabeza. Entendía muy bien lo que tenía que hacer; el
problema era conseguirlo.
—Todavía no vamos a practicar con la snitch —dijo Wood, guardándola
con cuidado en la caja—. Está demasiado oscuro y podríamos perderla. Vamos
a probar con unas pocas de éstas.
Sacó una bolsa con pelotas de golf de su bolsillo y, unos pocos minutos
más tarde, Wood y Harry estaban en el aire. Wood tiraba las pelotas de golf lo
más fuertemente que podía en todas las direcciones, para que Harry las
atrapara. Éste no perdió ni una y Wood estaba muy satisfecho. Después de
media hora se hizo de noche y no pudieron continuar.
—La copa de quidditch llevará nuestro nombre este año —dijo Wood lleno
de alegría mientras regresaban al castillo—. No me sorprendería que resultaras
ser mejor jugador que Charles Weasley. Él podría jugar en el equipo de Inglate-
rra si no se hubiera ido a cazar dragones.
Tal vez fue porque estaba ocupado tres noches a la semana con las prácticas
de quidditch, además de todo el trabajo del colegio, la razón por la que Harry
se sorprendió al comprobar que ya llevaba dos meses en Hogwarts. El castillo
era mucho más su casa de lo que nunca había sido Privet Drive. Sus clases,
también, eran cada vez más interesantes, una vez aprendidos los principios
básicos.
En la mañana de Halloween se despertaron con el delicioso aroma de
calabaza asada flotando por todos los pasillos. Pero lo mejor fue que el
profesor Flitwick anunció en su clase de Encantamientos que pensaba que ya
estaban listos para empezar a hacer volar objetos, algo que todos se morían
por hacer; desde que vieron cómo hacía volar el sapo de Neville. El profesor
Flitwick puso a la clase por parejas para que practicaran. La pareja de Harry
era Seamus Finnigan (lo que fue un alivio, porque Neville había tratado de
llamar su atención). Ron, sin embargo, tuvo que trabajar con Hermione
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