habitissimo | página 77
torio vuela sobre el espacio de trabajo
mediante la ya citada pasarela de la que
cuelga la mesa. Y, ojo a la ducha: un ca-
jón de hierro con una ventana de barco.
“Los residentes suelen decir de ella que
es un espectáculo”.
La cocina “está camuflada” en el co-
bertizo del jardín trasero y se compone
de una larga barra, en la que se escon-
den el fregadero y la placa de cocina. “Es
mínima, pero el estar en el jardín lo con-
vierte en un espacio muy mágico”.
Para Mendaro, el feedback de los
residentes confirma que su plan ha sali-
do a la perfección: “Hablan de él como
un lugar muy agradable en cuanto a luz
y ambiente. El blanco del espacio, el
tener doble orientación este-oeste, la
ubicación (se oye cantar a los pajaritos
y, a veces, no parece estar en el centro
de Madrid) contribuyen también a ello”.
Aunque confiesa que puede haber un
tipo de público más afín que otros res-
pecto a lo que propone el inmueble: “La
persona que resida permanentemente
ahí tiene que estar abierta a nuevas for-
mas de habitar y ser joven de espíritu”.