Habitissimo Otoño 2018 | Page 51

habitissimo | página 49 tiene ahora nueve años, y al que definen como un “santo barón”. Además de compañero de vida y de carreras matinales, se ha convertido en inspi- ración para Guille, ya que la última incorporación a su colección de cerámica son las orejas del perro, que funcionan como pisapapeles o como objeto de decoración. Este año han ido a por la parejita adoptando a Lisa, una perrita negra de un año. “No tiene ningún tipo de miedo ni de trauma, se siente con derecho a todo y tiene una frescura y un morro que es maravilloso, porque ella no tiene límites”. A parte de la perrita Lisa, uno de los elementos que aportan frescura al conjunto de la casa son los rodapiés pintados con colores flúor. Al ser el suelo de madera, se hacían necesarios para contrarres- tar las dilataciones del material. “El rodapié me parecía un detalle como muy burgués, como muy de casa de promoción. Entonces pensé que si lo íbamos a poner, le íbamos a dar un toque un poco más divertido y colorearlo con flúor en la parte de arriba”. Guille reconoce que durante la reforma volvieron un poco loco al pintor ya que la pintura de este tipo solo se puede utilizar en espray. “En realidad, en las obras, si no vuelves un poquito loca a la gente que está trabajando en ellas, no es igual de divertido ni para ti ni para ellos”. En casa de La estética, en este caso, no está reñida con la funcionalidad. Guille piensa que las casas hay que disfrutarlas y vivirlas concibiendo cada estancia de forma orgánica, adaptándola a las necesidades de quienes las habitan. En su caso han convertido la parte de comedor en un pequeño gimnasio que utilizan por las mañanas con su entrenador perso- nal. Así, han sustituido la mesa de comedor por un saco de boxeo, una barra para hacer suspensiones y una zona diáfana para su práctica diaria. “Al final, una propuesta clásica de casa no deja de ser una propuesta y tú la tienes que llevar a tu terreno y hacerlo tuya. Las pautas están muy bien, pero tú tienes que decidir por dónde te conviene más”. De la misma manera, fluida y personal, adopta o rechaza las tendencias decorativas. Los cuartos de baño están cubiertos con los socorridos y tan en boga azulejos blancos con junta oscura. “Es un poco como Isabel Preysler, que decía que se apun- taba a todas las tendencias que a ella le quedaban bien. No todos los estilos son para todo el mundo y, al final, un azulejo blanco no deja de ser algo que resiste muy bien el paso del tiempo. Tú eliges a qué te subes y a qué no, y ahí es donde está el punto y el estilo. Mi consejo es que pongas lo que te guste, ya sea tendencia o no; pero que te guste a ti”.