habitissimo | página 49
tiene ahora nueve años, y al que definen como un
“santo barón”. Además de compañero de vida y
de carreras matinales, se ha convertido en inspi-
ración para Guille, ya que la última incorporación a
su colección de cerámica son las orejas del perro,
que funcionan como pisapapeles o como objeto
de decoración. Este año han ido a por la parejita
adoptando a Lisa, una perrita negra de un año. “No
tiene ningún tipo de miedo ni de trauma, se siente
con derecho a todo y tiene una frescura y un morro
que es maravilloso, porque ella no tiene límites”.
A parte de la perrita Lisa, uno de los elementos
que aportan frescura al conjunto de la casa son los
rodapiés pintados con colores flúor. Al ser el suelo
de madera, se hacían necesarios para contrarres-
tar las dilataciones del material. “El rodapié me
parecía un detalle como muy burgués, como muy
de casa de promoción. Entonces pensé que si lo
íbamos a poner, le íbamos a dar un toque un poco
más divertido y colorearlo con flúor en la parte de
arriba”. Guille reconoce que durante la reforma
volvieron un poco loco al pintor ya que la pintura
de este tipo solo se puede utilizar en espray. “En
realidad, en las obras, si no vuelves un poquito
loca a la gente que está trabajando en ellas, no es
igual de divertido ni para ti ni para ellos”.
En casa de
La estética, en este caso, no está reñida con la
funcionalidad. Guille piensa que las casas hay que
disfrutarlas y vivirlas concibiendo cada estancia de
forma orgánica, adaptándola a las necesidades de
quienes las habitan. En su caso han convertido la
parte de comedor en un pequeño gimnasio que
utilizan por las mañanas con su entrenador perso-
nal. Así, han sustituido la mesa de comedor por un
saco de boxeo, una barra para hacer suspensiones
y una zona diáfana para su práctica diaria. “Al final,
una propuesta clásica de casa no deja de ser una
propuesta y tú la tienes que llevar a tu terreno y
hacerlo tuya. Las pautas están muy bien, pero tú
tienes que decidir por dónde te conviene más”.
De la misma manera, fluida y personal, adopta o
rechaza las tendencias decorativas. Los cuartos
de baño están cubiertos con los socorridos y tan
en boga azulejos blancos con junta oscura. “Es un
poco como Isabel Preysler, que decía que se apun-
taba a todas las tendencias que a ella le quedaban
bien. No todos los estilos son para todo el mundo
y, al final, un azulejo blanco no deja de ser algo que
resiste muy bien el paso del tiempo. Tú eliges a qué
te subes y a qué no, y ahí es donde está el punto y
el estilo. Mi consejo es que pongas lo que te guste,
ya sea tendencia o no; pero que te guste a ti”.