habitissimo | página 106
amigos, la entrada del concierto o del último partido de fútbol
o el horario de clase y extraescolares. Una habitación juvenil
sin corcho es como un adolescente sin móvil: inconcebible.
El color de las paredes viene después de decidir si las in-
sonorizas o no. Si tu presupuesto te lo permite, ni lo dudes.
Pregunta a un profesional y verás que el presupuesto no es
inasumible.
En cuanto al color, el blanco es el más socorrido y el
más fácil de repasar cuando hay manchas. Además, encaja
bien con cualquier tipo de mueble y no condiciona su estilo.
Puedes concederte una pared de otro color si crees que así
el dormitorio resultará más atractivo.
Ahora, tu hijo o hija va a necesitar muchas estanterías, y
donde antes había cestos y cajones con juguetes deberás
colocar los estantes para sus libros de estudio y lectura, así
como muebles con puertas para dar una sensación más or-
denada a la estancia. Puedes hacer las estanterías de obra,
si quieres ahorrar; pero, sean como sean, mejor que haya de
más, porque a lo largo del curso se irán llenando de libros y
objetos varios que los jóvenes acumularán.
La cama y la zona de estudio serán los elementos ver-
tebradores del dormitorio. Para la primera existen miles de
modelos juveniles donde elegir, pero es importantísimo que
haya más de una, porque los amigos suelen tomar la habi-
tación, sobre todo los fines de semana y durante las vaca-
ciones. Una cama nido puede ser la solución ideal, mucho
más incluso que una litera, que es bastante más incómoda.
Las colchas con motivos de Hello Kitty o Super Mario
pasaron ya a mejor vida. Tu hijo ha crecido y lo mejor es
optar por una colcha de rayas o color liso: nada de coches,
de paisajes de colores o de gatitos de pelo suave.
La vuelta al cole supone un nuevo curso y, a estas eda-
des, estudiar ya deja de ser un juego. Lo más aconsejable
es colocar la mesa de estudio y una silla cómoda cerca de
la luz natural para evitar tener una lámpara encendida du-
rante el día, y tú no quieres ya más gastos. Es imprescin-
dible una mesa con cajones suficientes para guardar y no
tener trastos por medio.
¿Toca algún instrumento musical? Deja espacio para él
en el dormitorio. Cuanto más cerca lo tenga, más practicará.
También un sillón ultracómodo o un puf para los momentos
de relax. En resumidas cuentas, haz de su dormitorio su rin-
cón perfecto y conseguirás eso que Dorothy Parker decía.
Las hormonas en estas edades sufren una revolución que ni
la cubana, y cuanto más cerca y más cómodos tengamos a
nuestros adolescentes, mejor.