habitissimo | página 47
Confiesa que esa vuelta a lo analógico le está reportando
nuevas maneras de escuchar la música, más emotivas, más
directas y reposadas, en familia: “A mi hijo le encanta. En mi
casa no se escucha música infantil, le ponemos para dormir
The National y también escucha mucho Los Planetas. Está
creciendo con Bob Dylan, con The Beatles…”. Pero en el ima-
ginario que rodea su entorno sí hay hueco para los muñecos,
Aunque no del pequeño recién llegado, sino de ella misma.
Su casa está invadida, dice, literalmente por muñecos de Ha-
rry Potter, Pequeños Ponys…, “somos coleccionistas en casa
de este tipo de recuerdos infantiles, pero ya era así antes
de llegar nuestro hijo”. Y entre estas filias hay una que toma
mayor protagonismo: la ciencia ficción. Esta otra pasión ha
influido en Astronautas hasta el punto de que el disco se pre-
senta como una especie de caja de cápsula del tiempo don-
de se incluye un mapa, un carnet de tripulación, tarjetas con
imágenes, cinco relatos sobre el viaje del astronauta… “Es
un objeto decorativo en sí –creado junto al diseñador Emilio
Lorente–; es un viaje hacia el cambio, hacia lo nuevo, muy si-
milar a lo que he vivido tras pasar por la maternidad, dejar un
modelo de vida que conoces por otro, igual de bueno, pero
diferente, como subirse a una nave espacial y viajar con un
rumbo apasionante”. Que uno de sus libros favoritos fuera
Solaris (1961), de Stanislaw Lem, dice mucho de la ruta que
ha marcado el viaje de su vida, donde no hay planetas sufi-
cientes para conquistar ni sistemas solares donde la música
no suene.
En casa de