habitissimo | página 25
Puede que asocies las casas prefabricadas con los programas
canadienses de la TDT, pero lo cierto es que estas construc-
ciones son cada vez más comunes en nuestro país. Según
datos del portal inmobiliario Idealista, la compra de este tipo
de inmuebles se ha triplicado en los últimos años, pasando
de unas 2.000 solicitudes en 2015 a cerca de 7.000 en 2017.
Incluso Ikea, experta en esto del do it yourself, se ha animado
y ha encargado a dos arquitectos que realicen una casa pre-
fabricada. Si montar una estantería Billy ya tiene su compli-
cación, imagina las discusiones que desencadenaría montar
una casa entera.
El caso es que la idea tradicional de una casa prefabricada
no tiene mucho sentido en pleno siglo XXI. Esta tipología de
vivienda se ha desvinculado de la imagen de pequeña casa de
madera canadiense que todos teníamos en mente. Ahora se
ha diversificado el mercado y se puede apostar por una casa
prefabricada tanto si se busca una modesta cabaña como si
Puesta a punto
se quiere una vivienda de 1.000 metros cuadrados en un esti-
lo minimalista. Además, se han añadido otros factores como
los medioambientales, el aprovechamiento de los recursos
naturales o la eficiencia energética.
Hay, sin embargo, detalles que se mantienen en las casas
modulares del presente. Aquellos que las hicieron populares
en el pasado, tales como la rapidez en su ejecución, la posibi-
lidad de saber de antemano cómo va a ser el resultado final o
tener un precio cerrado mucho más ajustado.
La crisis inmobiliaria ha sido un factor determinante en este
sector y ha hecho que muchos descubran los beneficios de la
vivienda modular. Esta nueva fórmula pasa por la construcción
de módulos completamente acondicionados que se producen
de manera industrial y se trasladan a su ubicación final, hasta
la creación y desarrollo de diferentes paneles que se montan in
situ a modo de puzle y que dan forma a la vivienda deseada. A
partir de aquí, tú eres el que decide cuál te apetece más.