habitissimo | página 108
Pero, volviendo al wabi sabi, un estilo con mucho rollo
japonés, este utiliza tonos suaves y materiales orgánicos, por
lo que nos recuerda mucho al rústico: hojas y ramas secas
sobre la mesa, ausencia de manteles, que se sustituyen por
bajo platos en madera, bambú o rafia… Las servilletas se
colocan con anillos, cada uno de ellos diferentes, y no es
necesario que los platos y vasos vayan a juego. De hecho, la
tendencia se inclina por cierta anarquía de estilos en la mesa,
pero todos ellos formando un orden perfecto y armonioso.
Hay quienes optan por esparcir detalles sobre la mesa
a modo de decoración: pueden ir desde hojas verdes o
secas hasta velas de multitud de formas y colores, flores de
temporada, incluso arena de playa. Sí, hacer bajo platos con
arena de playa es una apuesta ganadora siempre. Como lo
es usar copas de colores y mezclar los estilos de las fuentes
y ensaladeras alternando los modernos muy lineales con
aquellos de la abuela, que hasta tienen algún que otro
desconchón.
No hay límites. Eso sí, empieza a huir poco a poco y
disimuladamente de los motivos tropicales que tantas hojas
de palmera, piñas y pelícanos han traído a la decoración de
nuestras mesas, porque aquello empieza a ser demasiado
cansino ya.
Por eso, échale imaginación. Tu mesa no tiene límites;
aunque no te excedas con los detalles porque luego no
tendrás donde poner el menú cuando llegue. ¿Sabes? Hay
quienes incluso ponen una tarjeta dedicada a sus invitados
sobre cada uno de sus platos. Si haces eso, te habrás ganado
a todos los comensales.
Eso sí, recuerda siempre que cuanto más atractiva sea
tu mesa, más horas se alargará la comida o la cena. Y tú no
quieres que tu convocatoria se convierta en algo parecido
al Ángel exterminador, de Buñuel, cuando por una extraña
razón nadie podía abandonar aquel comedor, ¿verdad? Lo
mejor de una buena cena o comida es que acabe a su hora.