afectada
frente
a
la
comisión de cualquier delito.
La doctrina es unánime al
establecer que cuando el
Estado
asumió
la
persecución
penal
del
delito, el rol de la víctima
dentro del proceso fue
desapareciendo, el sistema
procesal inquisitivo con las
facultades ilimitadas del
juez, convirtió el conflicto
penal en una disputa entre
el representante de la
administración estatal y el
delincuente, de tal forma
que los intereses de la
víctima quedaron totalmente
al margen del proceso
penal.
Una Ciencia relativamente
nueva como lo es
la
victimología ha desarrollado
el estudio del proceso
victimizador
en
tres
aspectos
fundamentales,
mediante los cuales llamó la
atención del sufrimiento de
los perjudicados por la
acción delictiva o delitos y
que estaban abandonados y
marginados en cuanto a sus
derechos en el proceso
penal. Así, la victimología
se ocupo de estudiar la
victimización primaria que
viene a ser el proceso
dañoso
que
sufre
el
ofendido a consecuencia
directa del hecho criminal
con
la
consecuente
estigmatización social; la
victimización
secundaria
consistente
en
la
marginación que padece la
víctima por cuenta de las
instancias de control social
del Estado y finalmente la
llamada
victimización
terciaria que es el daño
psicológico que sufre la
víctima y que se supervive
con el paso del tiempo