Génesis | Page 16

¿Qué es lo que te incentivó a trabajar como bombero especialista en explosivos?

Bueno, el bombero creo que es una persona que tiene espíritu de comunidad, de ayuda, y salió esta oportunidad de pasar a la brigada de explosivos, me gustó y aquí estoy. .....................................................

¿A qué edad desactivaste tu primera bomba?

Aproximadamente a los 40 años. Yo entré en bomberos a los 29 años, recién en 1994 ingresé en esta brigada de explosivos.....

¿Qué es lo que te gusta más de tu trabajo?

A mi me gusta todo lo que sea prevención y neutralización de artefactos, el transporte de explosivos y el almacenamiento, que es todo a lo que se dedica la brigada.........................................................

La prevención consiste en hacer inspecciones. Por ejemplo, nosotros nos encargamos de los actos importantes a donde va el presidente. Vamos y siempre revisamos antes y ese lugar ya queda sellado hasta que él llegue. Lo mismo cuando vienen autoridades importantes de otros países, nosotros revisamos su alojamiento y todo lugar a donde vaya. Siempre estamos nosotros antes para constatar que no haya nada que pueda afectar a la persona o a las personas que están a su alrededor................................

¿Te motiva, por una parte, ayudar a las personas?

Ya de por sí, el trabajo de un bombero es que cuando todo el mundo sale, el bombera entra.

¿Por qué empezaste a trabajar en esto?

No, esto es por iniciativa de uno. Dentro de la superintendencia proponen cursos y uno se anota. Te hacen un estudio psicotécnico y después se estudia, se aprende y la calle es la que te da todo lo demás.

¿Vos te imaginabas que ibas a hacer esto de chico?

No, no. No lo tenía en mente.

Antes trabajé de taxista y de empleado administrativo.

¿Fuera del momento de desactivación de explosivos, trabajás como bombero?

No, no. Solamente la parte de explosivos. Ahora estamos también con el tema de las escuelas y las amenazas, así que nos tienen locos. Recibimos entre diez y doce amenazas por día y tenemos que ir a revisar a los colegios. Primero va la policía a ver todo el lugar y después vamos nosotros y verificar que esté todo bien. Tenemos los canes detectores. Los perritos son una herramienta más para nosotros. Ellos, mediante el olfato, huelen a ver si hay explosivos o no. Son perros que están entrenados para eso. Se los adiestra con sustancias parecidas a las explosivas, entonces por ese olor asocia la comida. Ellos para comer, tienen que detectar esos olores.

Los perros de rescate buscan en los escombros a las personas. Las personas atrapadas despiden un olor que el perro huele, entonces sabe que hay alguien allí. En esos casos, es por juego. Cuando encuentra a la persona, el guía lleva un pedazo de tela rellena con la que el perro juega. Cuando encuentra una persona, sabe que va a jugar. Es el premio: la comida en el caso de explosivos, el juego en este caso.

¿Qué porcentaje de las escuelas que llaman por amenazas de bomba, en realidad tienen una?

Afortunadamente, por ahora ninguna. Son todos llamados anónimos. Nosotros sí o sí tenemos que ir a revisar todo y, por suerte, aún no se ha encontrado nada.

¿A los perros los entrenan desde cachorros?

Sí, desde cachorros se les hace todo un programa de adaptación. Los guías los tienen y los llevan a sus casas para acostumbrarlos a que sean un perro sociable. Usualmente son de raza labrador que suelen ser muy amistosos. Hasta el año y nueve meses tiene una vida normal de juego, de adaptarse a las personas. Después se les hace la imprimación: se les ponen los distintos olores de sustancias explosivas y, con eso, va asociando esos aromas con la comida. Ellos comen solo de la mano del guía, ese es el premio. Los perros tienen 700 veces superior su olfato al nuestro. Donde nosotros no sentimos nada, ellos detectan un montón.

¿Para llamar al perro lo buscan por su nombre o con algún silbato especial?

No, no. El perro va y vuelve solo. Estamos hablando de los perros de rescate, en este caso. No es necesario llamarlo. En cambio, el perro de explosivos va directamente con correa. El guía le va marcando lo que quiere que revise: un auto, cajas.

¿Saliste del país a buscar una bomba?

No, pero por el interior sí. Si viaja el Presidente, nosotros también vamos a cualquier lugar del país a revisar.

¿En alguno de estos casos encontraron algún explosivo?

No habitualmente. Eso se debe todo a la prevención. Nosotros, dos horas antes de que vaya alguna personalidad importante, revisamos todo el lugar. Una vez que no se encontró nada, ese lugar ya queda sellado o cerrado, hasta que vengan las personas o comience el acto. Igualmente, nos quedamos ahí como prevención. Sin embargo, en épocas bravas hemos encontrado.

(Nos mostró imágenes del traje que utilizan para protegerse al realizar su tarea)

¿Es incómodo el traje?

Y sí. Adentro lleva aire para que puedas respirar porque va todo herméticamente cerrado. Tiene un casco y un equipo de comunicación para hablar con los otros integrantes del equipo.

En caso de encontrar algún explosivo que necesite ser llevado a otro lugar, porque puede ser peligroso dejarlo allí donde está, hay una tolva que pesa 5000 kilos que se abre al medio y en ella se deposita el explosivo. En caso de reaccionar, lo hace ahí adentro y no va a hacer ningún tipo de desastre.

¿Qué tipo de bombas podés encontrar por ejemplo?

Puede ser de gases, explosiva o incendiaria. Hay bombas que son incendiarias que llevan combustible y una mecha. Es como una bomba molotov. Eso estalla y puede prender fuego o pueden lastimar.

¿Cuáles son las peores o las más difíciles de desactivar?

Las más difíciles de desactivar son las caseras, las que inventa el ingenio que solamente sabe cómo se desarma el que lo hizo. Con todas las precauciones que amerita el caso, nosotros vamos y tenemos un montón de elementos (por ejemplo equipo de rayos, como si fuera una radiografía) para ayudarnos. También utilizamos una fibra óptica que es un hilo largo que tiene una cámara en la punta que va conectado a un monitor y esa camarita vos la movés y ves todo lo que hay a distancia.

¿Qué pasa si vos estás desactivando una bomba, sabés que queda poco tiempo para que explote y estás ahí todavía?

El riesgo lo tengo que correr, para eso estamos. Es el trabajo.

¿Existen las bombas que dicen “3, 2, 1...”?

Hay de todo. Son bombas por tiempo. También hay bombas por movimiento. Por eso cuando vos ves un paquete sospechoso no hay ni que tocarlo, ni patearlo, ni nada. Funciona por presión, al moverlo se detona. O sino, también existen los que tienen ácidos adentro: se rompe la ampollita. Ahora con toda la tecnología que hay, una bomba la pueden hacer explotar con un celular, con lo que sea.

¿Para eso tienen al nuevo robot que lo manejan a control para atraer la bomba hacia ustedes?

Exactamente. Tiene una cámara color y una cámara blanco y negro, tiene una oruga para moverse (como la de los tanques) que se levanta y se baja. Tiene como un brazo: codo, muñeca y dos pinzas como si fuera la mano. Es para que, para nosotros, el riesgo sea mínimo. Se maneja a la distancia con un monitor. Son todos elementos de seguridad que protegen al operador.

¿La tolva se tiene que llevar a todos lados?

No, no. La tolva va cuando es un caso de un explosivo importante. Todo depende también del lugar en el que se encuentre el artefacto y si puede hacer daño a las personas, si está en un lugar cerrado o alejado. Se coloca allí adentro y luego se lleva a un campo donde se detona.

Todo esto permite que se minimice el riesgo, aunque nunca alcanza del todo para derrotar le ingenio de quienes crean las bombas.

¿Cómo manejás la presión al tener que desactivar una bomba? ¿Qué sentís antes de averiguar si hay un explosivo?

Uff, en ese momento se siente una gran adrenalina, pero uno ya está acostumbrado. Nosotros lo tomamos como un trabajo, es una rutina.

¿Las bombas se clasifican dependiendo que tan peligrosas pueden ser?

Sí, dependiendo de la cantidad de explosivo que tenga.

¿Alguna vez no pudiste desactivar un explosivo?

Todavía no pasó. Pero en casos particulares se coloca en la tolva para detonar en un lugar seguro. O se usa una pértiga que tiene tres metros de largo y son como unas pinzas. Sino hay que desactivarlo con el riesgo y ponerse el traje, acercarse y tener fe en que la vamos a poder desarmar sin salir lastimados.

¿Cuál fue la situación más complicada que se te presentó?

Se han presentado muchas complicadas. Por ejemplo, maletines adentro de un cajero, en lugares públicos principalmente. Ahora por suerte está más tranquilo, pero hubo épocas en que estaba muy complicado. La brigada tenía mucho trabajo.

¿Te acordás cuál fue tu mejor experiencia?

Sí, ayudar al oficial a desarmar un artefacto. Era un explosivo que tenía formato de matafuegos que estaba adentro de un comercio. Después siempre en la calle aparece alguna granada o alguna cosa de gente que lo tiene como un souvenir.

Una pregunta que quizás suena un poco tonta considerando todo lo que nos contaste, pero ¿te encanta tu trabajo, no?

Sí, sí. Es que si a uno no le gusta no podría haber pasado tantos años, ni trabajar en esto. Hay gente que se sorprende, pero es lo mismo que el bombero que entra a un incendio: alguien lo tiene que hacer.

Le hicimos una entrevista al abuelo de un alumno, que es bombero especializado en desactivar bombas. Oscar nos contó cómo obraba en su profesión, cómo entrenaban a los perros especializados para encontrar personas y sustancias explosivas y más sobre la vida diaria en su trabajo.

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