Martes: CRISTO Y EL MATRIMONIO
Lee para el estudio de este día: Isa. 54:4,5; Jer. 3:14; Cantares 2:16; 5:10; 4:7 DMJ pág. 57
Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, se emplea el matrimonio para representar la
unión tierna y sagrada que existe entre Cristo y su pueblo, los redimidos a quienes él adquirió al
precio del Calvario. (Isaías 54:4, 5; Jeremías 3:14)
Hombres y mujeres pueden alcanzar el ideal que Dios les señala si aceptan la ayuda de Cristo. Lo que la
humana sabiduría no puede lograr, la gracia de Dios lo hará en quienes se entregan a él con amor y
confianza. Su providencia puede unir los corazones con lazos de origen celestial. El amor no será tan sólo
un intercambio de palabras dulces y aduladoras… Amar como Cristo amó significa manifestar altruismo en
toda ocasión y en todo lugar, mediante palabras amables y miradas placenteras. A los que las otorgan no
les cuestan nada, en cambio dejan detrás una fragancia que envuelve el alma. Su efecto nunca puede ser
debidamente estimado.
El amor genuino es un precioso atributo de origen divino, que aumenta en fragancia en la medida en
que se lo dispensa a otros.
El amor de Cristo es profundo y ferviente, y fluye como un torrente incontenible a todos aquellos que lo
aceptan. No hay egoísmo en su amor. En es є