GUÍA QUIJOTES POR EL MUNDO Quijotes por el mundo (1) | Page 76
«La poesía, señor hidalgo, a mi parecer, es como una doncella tierna y de poca edad
y en todo extremo hermosa, a quien tienen cuidado de enriquecer, pulir y adornar
otras muchas doncellas, que son todas las otras ciencias, y ella se ha de servir de
todas, y todas se han de autorizar con ella; pero esta tal doncella no quiere ser
manoseada, ni traída por las calles, ni publicada por las esquinas de las plazas ni por
los rincones de los palacios. Ella es hecha de una alquimia de tal virtud, que quien
la sabe tratar la volverá en oro purísimo de inestimable precio; hala de tener el que
la tuviere a raya, no dejándola correr en torpes sátiras ni en desalmados sonetos;
no ha de ser vendible en ninguna manera, si ya no fuere en poemas heroicos, en
lamentables tragedias o en comedias alegres y artificiosas; no se ha de dejar tratar
de los truhanes, ni del ignorante vulgo, incapaz de conocer ni estimar los tesoros
que en ella se encierran. […] todos los poetas antiguos escribieron en la lengua que
mamaron en la leche, y no fueron a buscar las extranjeras para declarar la alteza de
sus conceptos. Y siendo esto así, razón sería se extendiese esta costumbre por todas
las naciones, y que no se desestimase el poeta alemán porque escribe en su lengua,
ni el castellano, ni aún el vizcaíno, que escribe en la suya.»
(DQ, segunda parte, cap. 16)
15
iv
iv
15