GUÍA QUIJOTES POR EL MUNDO Quijotes por el mundo (1) | Page 50
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3.1 Leer ilustrando desde el xvii al xix : los primeros modelos iconográficos
En 1618, al inicio de la traducción francesa de la segunda parte del Quijote, la
firmada por François de Rosset, se insertará la primera estampa específica que repre-
senta a don Quijote y Sancho dentro de una edición. Dos años después, se copiará
en la traducción inglesa de 1620.
La bacía de barbero y el molino de viento que se aprecia al fondo de la imagen
constituyen los símbolos de la locura del caballero y nos muestra la lectura cómica
que fue la predominante en los primeros tiempos de su difusión y éxito.
Los siglos xvii y xviii van a ser testigos de diversos modelos iconográficos que
nos van a hablar de nuevas formas de leer y de entender el Quijote: al modelo ho-
landés (libros de caballerías de entretenimiento) que triunfa en el xvii, le seguirá en
la siguiente centuria el francés (libro cómico cortesano) y el inglés (sátira moral),
terminando el siglo con el modelo canónico, que impulsará la RAE en la edición
impresa en Madrid por Joaquín Ibarra en 1780.
La edición que imprime Gabriel de Sancha entre 1797 y 1798, además de las
notas y estudio de Juan Antonio Pellicer, destaca por la calidad de sus estampas,
dibujadas por Agustín Navarro, y en su mayoría grabadas por Juan Moreno Tejada,
como la que representa el momento en que don Quijote lee en alto la carta que le ha
escrito a Dulcinea del Toboso, ante la atenta mirada de Sancho Panza.
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Entre 1836 y 1837, J. J. Dubochet imprimirá en París uno de los Quijotes para di-
fundidos por todo el mundo: L’Ingénieux Hidalgo Don Quichotte de la Manche, según
la nueva traducción de Louis Viardot, que vendrá a ser la más reeditada y retomada
como texto fuente de los siglos xix y xx. Y lo mismo puede decirse de su programa
iconográfico.
Estamos ante una de las ediciones más extrailustradas de la historia del Quijote,
con 760 grabados, firmados por Tony Johannot, que fueron muy valorados en la
época. Heine, al inicio de la traducción alemana de 1842, escribe:
Una palabra me queda por decir aún de las ilustraciones que adornan
la traducción nueva del Quijote cuyo prefacio escribo. Esta edición es la
primera obra de literatura que aparece en Alemania con ilustraciones
así. […] Se ha hecho las de la presente edición según dibujos de Tony
Johannot por los primeros grabadores en madera de Inglaterra y
Francia; están concebidas y dibujadas con toda la elegancia y el carácter
que se puede esperar de Tony Johannot; a pesar de la rapidez del
trabajo se advierte que el artista ha logrado penetrar en el espíritu del
poeta. […] Asombra que un libro tan pródigo en materia pintoresca
como el Quijote no haya encontrado aún pintor capaz de aprovecharlo
como asunto de una serie de obras independientes.
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