En el interior del Ayuntamiento de Gibraleón se custodia
una de las mayores joyas que posee el municipio, el Cristo
del Cementerio, crucificado de madera policromada de
estilo gótico y datado hacia el final del siglo XIV. Recibe
este nombre por ser el que se encontraba en la capilla del
cementerio municipal.
El recorrido continuaría hacia la iglesia del Carmen, que
antiguamente fue el Convento de Nuestra Señora del
Carmen de la Orden de los Carmelitas Calzados, fundada
en 1331 por los infantes de Castilla Don Alfonso de la
Cerda nieto de Alfonso X el Sabio y Doña Mafalda, nieta
de Luís, Rey de Francia. En ella se venera al Santísimo
Cristo de la Sangre, crucificado al que se le profesa gran
devoción en la población, siendo el Alcalde Honorario y
Perpetuo de Gibraleón.
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