2.Beneficios a nivel emocional.
Velásquez (1991) citado por Frías (2011, p. 134) menciona que: “el juego es una actividad altamente motivante y un facilitador de los cambios actitudinales del niño”. Mediante el juego, el docente puede despertar el interés y obtener una buena disposición de los niños para luego, trabajar y vivenciar los contenidos escolares de una forma más eficaz, práctica y significativa.
3.Beneficios a nivel cognitivo.
Según Velásquez (1991) el juego como estrategia didáctica, el educando debe recurrir a procesos de desarrollo básico como el lenguaje, el control de movimientos, la memoria verbal y de ejecución, la capacidad de planeación y organización de secuencias, la identificación, reconocimiento y cumplimiento de reglas (citado por Frías, 2011, p. 134).