GUIA DIDACTICA DE LA SHOA 27 de enero de 2014 | Page 14
europeas, que tienen representación estatal, como un peligro
para la integridad de los cuerpos políticos con territorio en
Europa. Esta judeofobia termina identificando al judío con una
bacteria patógena (y parasitaria) que arruina todo impulso vital.
La naturaleza de la judeofobia es plural, pero siempre
supone la identificación del judío con el mal. Un mal que debe ser
corregido, tratado. La judeofobia religiosa propugna como cura la
conversión; la judeofobia económica ve el remedio en la
expulsión; la judeofobia política, en fin, propone como medicina
la destrucción. Y las tres imágenes negativas del judío, como
bacteria patógena, usurero y deicida, están presentes en la
judeofobia actual, también en la más sutil que hoy se camufla
bajo el ropaje de crítica al Estado de Israel, a modo de
antisionismo filosemita.
¿Cómo pudo suceder la Shoá?
La judeofobia es condición necesaria pero no suficiente de
la Shoá.
La Shoá fue producto de la convergencia de dos tendencias
históricas; por un lado, la ya mencionada tradición que identifica al
judío con el mal, la judeofobia, y por el otro, una deriva económicopolítica insólita entre los Estados capitalistas modernos, el
eliminacionismo.
Cómo asume esta función un Estado moderno, centroeuropeo,
desarrollado, pionero en la consecución del bienestar, es lo que se
verá a continuación.
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Guía didáctica de la Shoá