Guerra Fria Guerra | Page 7

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Tras la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos y la Unión Soviética se embarcaron en una amarga Guerra Fría de espionaje y propaganda. La exploración espacial y la tecnología de satélites alimentaron la guerra fría en ambos frentes. El equipamiento a bordo de satélites podía espiar a otros países, con cámaras de fotos y señales de radar, mientras que los logros espaciales servían de propaganda política, para demostrar la capacidad científica y el potencial militar de un país.

Los mismos cohetes lanzadores que podían poner en órbita un satélite, a un hombre o alcanzar algún punto de la Luna podían enviar una bomba atómica a una ciudad enemiga cualquiera, en misiles militares que tenían el nombre de ICBM. intercontinentales

Gran parte del desarrollo tecnológico requerido para el viaje espacial se aplicaba igualmente a los cohetes de guerra como los misiles balísticos. Las dos superpotencias trabajaron para ganarse una ventaja en la investigación espacial, sin saber quién daría el gran salto primero y qué adelantos tendrían en el futuro. Habían sentado las bases para una carrera hacia el espacio, y tan solo esperaban el disparo de salida, con el desarrollo de la tecnología al límite en la segunda mitad del siglo pasado, con la construcción de satélites cada vez más grandes y pesados, naves orbitales y cohetes más grandes, pesados y con mayor capacidad de carga.