Primera ley de Kepler: ley de las órbitas
La primera ley, conocida como ley de las órbitas,
acaba con la idea, mantenida también por
Copernico, de que las órbitas debían ser circulares.
Los planetas giran alrededor del Sol siguiendo una
trayectoria elíptica. El Sol se sitúa en uno de los
focos de la elipse.
Segunda ley de Kepler: Ley de las áreas
La segunda ley, conocida como ley de las áreas,
nos da información sobre la velocidad a la que se
desplaza el planeta. La segunda ley de Kepler
establece que la velocidad areolar vA permanece
constante a lo largo del recorrido del planeta.
Para que esto se cumpla, la velocidad del planeta
debe aumentar a medida que se acerque al Sol.
Esto sugiere la presencia de una fuerza que
permite al Sol atraer los planetas, tal y como
descubrió Newton años más tarde.
Tercera ley de Kepler: Ley de los periodos
La tercera ley, también conocida como armónica o
de los periodos, relaciona los periodos de los
planetas, es decir, lo que tardan en completar una
vuelta alrededor del Sol, con sus radios medios.