Con casi dos veces el tamaño de Texas, el Perú es una nación de riquezas biológicas.
Con aproximadamente 1.700 especies de aves, ocupa el segundo lugar en el mundo, detrás de Colombia. Delfines rosas y grises de río, manatíes, nutrias gigantes y jaguares viven en los bosques y ríos del Amazonas.
Las aguas costeras ricas en nutrientes sostienen a las industrias pesqueras más productivas del mundo —un importante suministro de alimentos no solo para las personas, sino también para una miríada de animales, desde lobos marinos, focas, orcas y ballenas jorobadas hasta pingüinos y flamencos.
Entre 2002 y 2012, la economía peruana se duplicó, convirtiéndose en uno de los países con el crecimiento económico más veloz y estable de América Latina.
Este auge económico ejerce una fuerte presión sobre el histórico equilibrio entre los medios de subsistencia y la naturaleza.
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