Golden Box Book Publishing Elegida por la espada | Page 20
Morana se consumía de rabia y se revolvió en la cama.
—Al diablo con los Líderes, los Ancianos y la Realeza, que me
separaron de mi amado Joland y me obligan a vivir esta
desgraciada vida, completamente sola. Ahora, el único poder que
me habían dejado, que era leer sus diarios, no sirve de nada.
Dejaron de escribir todos ellos. ¿Cómo han podido saber que podía
leer todo lo que escribían? Tú serás mis ojos y oídos, de ahora en
adelante.
—Sí, madre. ¿Qué quiere que haga?
Morana consideró las posibilidades y tomó su decisión:
—No hagas nada, por ahora. Tengo que pensar en ello y hacer
planes. Ahora veo que no debería haberle pedido a tu hermana que
hiciera que el chico e Ilona se enamoraran el uno del otro, pero es
demasiado tarde para volver atrás. Él está demasiado confuso y no
me sirve de nada que se enamore de Ema después de la intromisión
de Elza con el sueño que Rúa envió. Me pondré en contacto contigo
cuando decida lo que debemos hacer.
—Sí, madre.
Leer el libro 2
20