Un respiro
para el planeta
Mientras el mundo se detiene
debido al COVID-19 y las for-
mas de vida humana se mo-
difican temporalmente, la na-
turaleza comienza a reclamar
su cauce, que desde mucho lo
había perdido.
Un aire más limpio y aguas
transparentes han regresado la
vida en los canales de Venecia
a pesar de la cuarentena. Su
calma ha permitido que car-
dúmenes de peces salgan de
sus escondites, así como gran
cantidad de cisnes y patos que
recorren el popular sitio turís-
tico, siendo ellos ahora quie-
nes disfruten de este espacio.
Lo mismo con los simpáticos
delfines quienes han vuelto a
las costas de Cagliari que, li-
bres de turismo y contamina-
ción, seducen a los cetáceos
con sus aguas cristalinas.
La vida silvestre aprovecha
esta momentánea ausencia
humana para desintoxicarse
del daño de estos. Ahora, las
concurridas estaciones de tre-
nes japonesas están siendo
visitadas por venados y hasta
elefantes, en Yunan recorren
las aldeas, disfrutando los es-
pacios que, por tantos siglos
ha sido dominado por los hu-
manos.
Las medidas extremas toma-
das en en gran parte del mun-
do, han promovido el encie-
rro voluntario de las personas
para lograr descender la curva
de contagios, y aunque la cri-
sis social, política y económica
es de lo que más se habla en
los tabloides internacionales,
hay un efecto derivado del
Coronavirus que pocos toman
en cuenta. Y es que la propia
naturaleza nos está dando una
gran lección en medio de tiem-
pos difíciles que, con la ralenti-
zación del ritmo desenfrenado
de la vida del ser humano, ésta
se está “tomando un respiro”,
sanándose a sí misma. Es aquí
cuando llegamos a este para-
dójico efecto positivo deriva-
do a la pandemia.
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Aire puro salva más vidas
La contaminación del aire es
un tema grave para China.
De acuerdo a la Organización
Mundial de la Salud, más de
un millón de personas mueren
anualmente por esta causa.
Tras varios meses de tormento,
el epicentro del brote comien-
za a ver el cielo azul, por prime-
ra vez en mucho tiempo. Esto,
gracias al cese de actividades
en las fábricas e industrias de
Hubei y en todo el país.
De hecho, el número prome-
dio de “días con aire de buena
calidad” aumentó en un 21.5%
el pasado mes de febrero, de
acuerdo a los datos del Minis-
terio de Ecología y Medio Am-
biente de China.
La baja de la contaminación
comienza a ser notable no solo
en China, sino en el resto del
mundo, esto de acuerdo a las
imágenes satelitales publica-
das por la NASA y la Agencia
Espacial Europea.