DOM PÉRIGNON PLÉNITUDE vintage 2008
Eleva lo clásico a su máxima expresión.
Dom Pérignon Vintage 2008 – Plénitude 2, una botella que no solo eleva una añada mítica, sino que se convierte en el símbolo de una nueva era creativa para la Maison, pues es sabido que en el mundo del champagne, hay lanzamientos que simplemente celebran una cosecha, y otros que escriben una página completamente nueva.
La añada 2008 es reconocida por su equilibrio y pureza, pero la versión Plénitude 2( resultado de más de 15 años de maduración sobre lías en las profundidades de las bodegas) ofrece una experiencia completamente distinta: más expansiva, más intensa, más energética. Así que como verás, la paciencia, para Dom Pérignon, es una forma de arte y esta botella lo demuestra con un perfil de sabor que ha alcanzado su cima de expresión. Es el tipo de champagne que no solo se bebe, sino que se contempla. Su tensión estructurada, su frescura brillante y su textura envolvente lo convierten en una obra maestra líquida, un testimonio de lo que ocurre cuando el tiempo y la precisión convergen.
La Plénitude 2 de 2008 no es la única botella que aparece en este nuevo episodio. Junto a ella se lanzan tres nuevas añadas:
Vintage 2017: la última firmada por el anterior Chef de Cave. Vintage 2018: que inicia la era de Vincent Chaperon. Rosé Vintage 2010: una muestra del dominio técnico de la Maison con el Pinot Noir.
Cada una expresa una faceta distinta del alma de Dom Pérignon, pero es la 2008 Plénitude 2 la que mejor encarna la idea de un champagne que ha alcanzado su máximo esplendor. Para todos aquellos que saben que el lujo va más allá del precio y que entienden que el verdadero valor está en la historia, la intención y la ejecución, Dom Pérignon Vintage 2008 Plénitude 2 es mucho más que una botella, es un testamento de excelencia, un objeto de deseo, y el inicio de un viaje artístico que no pretende finalizar. Porque, como dice la Maison: la creación nunca termina, solo evoluciona.
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