LAS BASES DE UNA
NUEVA POLITICA
para enfrentar las consecuencias de la globalización
Este es un proceso bastante avanzado, imposible de retrogradar totalmente, en que es preciso discernir los aspectos positivos de los negativos; aceptando y apoyando los primeros, debemos tratar de corregir los segundos mediante políticas que sólo muy parcialmente podrán ser nacionales, pero que en lo fundamental deben ser internacionales. Hay entonces que crear conciencia y juntar fuerzas para ello. Esto será una tarea ardua, difícil y larga a menos que, como es perfectamente posible, ciertas crisis internacionales del sistema financiero que se vislumbran, aceleren el proceso de cambio.
En este nuevo contexto de un sistema internacional dominado por las tendencias hacia la globalización, el debilitamiento de los Estados naciones, el dominio de las fuerzas del capital supranacional y la reducción de los hombres al nivel de consumidores ¿qué debería hacerse para recuperar la iniciativa y contribuir al establecimiento de un mundo menos desigual y más solidario?
Lo primero que nos parece necesario afirmar es que no se debe, frente a las consecuencias sociales negativas de la globalization, pretender oponerse a ella mediante reacciones nacionalistas de tipo defensivo. Pensamos que ello sería utópico y se tiene todas las de perder. Pero tampoco se trata de aceptar ciegamente como un paquete todo lo que arrastra consigo actualmente la palabra globalización.
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