EDITORIAL
Este gran peligro ya ha mostrado sus
consecuencias en el mundo. La crisis
asiática fue uno de los acontecimientos más grandes que puso en evidencia
los peligros de la globalización: en
algunos países asiáticos que presentaron gran crecimiento temporal, las
inversiones disponibles después de un
tiempo dejaron de ser tan rentables,
produciéndose una desaceleración de
la economía que desincentivó la inversión, generándose fugas de grandes
recursos hacia otros destinos, con
graves consecuencias para los socios
comerciales de estos países. Por ejemplo, el sector financiero japonés tenía
invertido aproximadamente el 40% de
su cartera en el sudeste asiático; al so-
brevenir la crisis, la quiebra de corporaciones e instituciones fue masiva,
con terribles efectos para los habitantes de estos países y los de otros en
los cuales estos bancos hacían presencia, incluyendo el propio Japón.
La tecnología ha sido un factor fundamental en el proceso de globalización: el avance en las telecomunicaciones, en los sistemas de información, en la interconexión entre personas alrededor del mundo ha permitido
que el comercio y los recursos, se
movilicen, redireccionen o reinviertan
rápidamente. Por lo tanto, si se presentan oportunidades en uno o
muchos lugares, la distancia ya no es
un impedimento para acceder a ellas;