EMPRENDIMIENTO EN TIEMPOS DE CRISIS!
Vemos como día a día nacen
empresas que en algunos casos
se consolidad y en otros no
tanto, pero no nos hemos
detenido a pensar ¿Por qué una
palabra tan antigua como lo es
“emprender” hoy en día se ha
vuelto tan popular?.
La existencia de grupos que
escogen
ser
proactivos,
luchando contra viento y marea
ante
las
adversidades
económicas, políticas, sociales y
hasta culturales, han encontrado
oportunidades ante la crisis
actual. Ellos han desarrollado el
verdadero concepto de ser
emprendedor
ya
que
no
encuentran
día
tras
día
visualizando
su
entorno,
verificando
aquellas
necesidades insatisfechas, con
ojos abiertos ante oportunidades
que generen cambios y por
supuesto
analizando
las
debilidades
de
sus
competidores.
Los cotidianos cambios drásticos
que vivimos actualmente los
venezolanos, han permitido que
desarrollemos
ese
notable
optimismo racional en donde
cada uno aprecia mejor las
oportunidades y el correr riesgos
controlados lo que minimiza las
amenazas en su entorno.
Es por ello que las empresas actuales entienden
que del caos en las organizaciones, en el país,
en las simplicidades de un poblado, la falta de
información, la incertidumbre, la confusión, la
inestabilidad y los cambios, generan opciones
para proyectos o propuestas de negocios, ya
que en este contexto la competencia es menor
por lo que la rentabilidad será mayor, a
diferencia de aquellos entornos en donde se
predice casi a la perfección el futuro o en donde
se anticipen los escenarios, ya que en estos se
observa un menor nivel de rentabilidad y mayor
competencia, lo que impide en la mayoría de los
casos emprender. En Venezuela existen
empresas crecientes así como aquellas que
fracasan, es aquí donde la inquietud se genera
cuando nos preguntamos ¿Fracasan porque
abandonan sus sueños? ¿Fracasan porque no
están preparados para surg ir? ¿Fracasan porque
no poseen los conocimientos gerenciales
adecuados? o ¿Fracasan porque simplemente
no se debe emprender en Venezuela?.
Debemos entender que nunca un emprendedor
exitoso abandona sus sueños, por el contrario, los
acerca más a la realidad.
Ana Paula Cabrera León