Gestión del Riesgo en Colombia Gestion Riesgo Banco Mundial Colombia | Page 350
Los factores biofísicos y geográficos de los mu-
nicipios que condicionan la susceptibilidad a
ciertos tipos de amenazas, acompañados de di-
námicas inadecuadas para la intervención del
territorio, los asentamientos humanos margina-
les y la segregación social y económica, generan
una multiplicidad de vulnerabilidades que en la
historia de las ciudades colombianas se han vis-
to materializadas en eventos desastrosos. Casos
como el de Cali, Medellín, Cúcuta o Barranqui-
lla muestran que los factores de riesgo en las ciu-
dades se están acumulando y concretando en un
mayor número de eventos y de concentración
de daños. En otros casos como los de Manizales
y Bogotá, gracias a las acciones de gestión del
riesgo, se han disminuido los impactos asocia-
dos a los desastres, aunque aún existen condi-
ciones críticas que demandan la sostenibilidad
de dichas políticas. En general, los municipios
de categoría Especial tienen una alta capacidad
para incorporar la gestión del riesgo en su pla-
neación, finanzas y ejecución, mientras que los
que se encuentran en categoría 1 muestran una
capacidad media, a pesar de que en la mayoría
de los casos disponen de los recursos para una
adecuada articulación de la materia en la admi-
nistración territorial. En cuanto a los munici-
pios de categorías de 2 al 6 tienen una situación
más crítica, debido a sus limitaciones técnicas,
humanas y financieras.
El ordenamiento territorial no es un
proceso reciente para el país; sin embargo, se
ha avanzado de forma muy heterogénea entre
los municipios. Un bajo nivel de reconocimiento
de los escenarios de riesgo y de sus necesidades
de gestión, vacíos en la identificación de las ame-
nazas y vulnerabilidades, falta de articulación con
instrumentos de inversión, y debilidades en los
mecanismos de seguimiento y control frente a la
implementación de los POT, son algunos de los
obstáculos que reducen la incorporación efectiva
de la gestión del riesgo en el ordenamiento terri-
torial. En particular, la situación es más crítica
para los municipios de categorías 2 al 6, dada su
baja capacidad técnica, requiriendo por tal moti-
vo apoyo para una inclusión adecuada de la ges-
tión del riesgo en los POT 3 .
Los Planes de Desarrollo Municipal
son instrumentos que permiten pasar de la
política a la práctica de la gestión del riesgo,
orientando la planificación del territorio y,
a su vez, ejecutando las acciones necesarias.
Los PD tienen un carácter político, por lo que
la incorporación de la gestión del riesgo exi-
ge un proceso de concertación ante diferentes
agentes sociales. Partiendo de un diagnóstico
elaborado técnicamente y debidamente actua-
lizado, se definen las acciones preventivas, co-
rrectivas y reactivas del riesgo las cuales deben
ser integradas a los planes anuales de inversión,
a través de políticas, estrategias y programas,
con su correspondiente sistema de seguimien-
to y monitoreo. Por su parte, los municipios
de categorías 2 al 6, advierten también la ne-
cesidad de fortalecer el uso y la efectividad de
este instrumento de planificación, mediante la
orientación con criterios técnicos, la toma de
conciencia que permita continuidad a nivel po-
lítico y la disposición presupuestal que garanti-
ce una gestión integral del riesgo de desastres.
Los instrumentos para la financiación
y la inversión en gestión del riesgo son poco
usados, y básicamente los recursos correspon-
den a los ingresos corrientes de los municipios
(37%), seguidos por las transferencias del Siste-
ma General de Participaciones (SGP) (21,1%).
3 Por ello se han hecho esfuerzos a través del Programa de Reducción de
la Vulnerabilidad Fiscal ante Desastres Naturales, donde el Gobierno Na-
cional, entre el 2006 y el 2011, prestó asistencia técnica a 792 municipios
(equivalentes al 72% del total de municipios del país), para la inclusión
del análisis de riesgos en los POT y los PD municipales, de los cuales 379
ya cuentan con un plan de acción. Además, 36 municipios disponen de
estudios de zonificación de amenazas y/o riesgos.
Balance final y recomendaciones para fortalecer la gestión pública en materia del riesgo de desastres
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