Gestión del Riesgo en Colombia Gestion Riesgo Banco Mundial Colombia | Page 250

Gráfica 4.5. Emergencias hidrometeorológicas en el sector agropecuario, 1970-2011 460 2323 128 155 157 241 293 355 585 Inundaciones Incendio Forestal Sequía Avenida Torrencial Deslizamiento Lluvias Plaga Vendaval Otros Fuente: Corporación OSSO, 2011 a partir de Corporación OSSO-EAFIT, 2011 Los daños ocasionados por eventos cli- máticos extremos en el ámbito agropecuario se deben a su vulnerabilidad y a la falta de estrategias y de responsabilidades claras para la reducción del riesgo, tal y como lo aborda el Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014. Hasta la fecha, las medidas tomadas por el Es- tado para manejar el impacto de los desastres han sido más de respuesta a las afectaciones que de prevención y mitigación de los factores de riesgo. Las estrategias se soportan principal- mente en otorgar compensaciones directas o alivios financieros a productores después de la ocurrencia de los fenómenos. La única medida disponible que podría considerarse como pre- ventiva (ya que reduce las pérdidas económicas, aunque no interviene ni disminuye las causas) es el subsidio al seguro agropecuario. Pese al esfuerzo hecho por el Gobierno en ese senti- do, su acogida ha sido muy baja, como se verá más adelante. Por otra parte, según la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), no existen estrategias gremiales para reducir el riesgo ni para enfrentar los desastres, y muy pocos afilia- dos a la SAC diseñan y ejecutan acciones par- ticulares. Como respuesta a esta circunstancia el PND 2010-2014 identificó la necesidad de adoptar un Plan de Acción en Gestión del Ries- go y Cambio Climático que pretende definir las estrategias y actividades prioritarias para dar respuesta a dicha problemática. Adicionalmente, algunos agentes so- ciales del gremio agrícola y pecuario contri- buyen en la construcción de su propio riesgo al exponerse innecesariamente sin conside- rar las amenazas. Este es el caso de activi- dades productivas que se adelantan en zonas inundables. Por ejemplo, en el 2003, la región de La Mojana tenía 213 mil hectáreas de ga- nadería y 34 mil hectáreas de arroz secano, a pesar de que se estima que la superficie sin riesgo de inundación en esta zona es de 50 mil hectáreas (Aguilera, 2004). Además, si se con- sidera que los pronósticos de los fenómenos El Niño y La Niña no son tenidos en cuenta, no sorprende que durante La Niña 2010-2011 hayan fallecido 130 mil cabezas de ganado en el país (MADR, 2011a). Igualmente, se están construyendo factores de riesgo cuando se ignoran los pronósticos de sequias o precipi- taciones extremas, y se toman decisiones si- milares a las que se adoptan en condiciones climáticas normarles, enfrentando posterior- mente situaciones de desastres, pese a que la información de alerta está disponible con va- rios meses de anticipación (Recuadro 4.1) Manejo del riesgo de desastres en la gestión sectorial 225