Gestión del Riesgo en Colombia Gestion Riesgo Banco Mundial Colombia | Page 135
dentro de la cual el tema del riesgo de desas-
tres también se ve afectado 17 .
Pese a las debilidades en el ámbito de
la planificación y las plataformas organiza-
cionales, existen departamentos con avances
interesantes en el desarrollo de herramientas
y estrategias que contribuyen a la gobernabili-
dad de la gestión del riesgo. Los departamentos
que han asumido con mayor responsabilidad su
rol, han formulado Planes Departamentales de
Gestión del Riesgo o de Prevención y Atención
de Desastres, como una carta de navegación
que permite identificar las actividades priori-
tarias y los responsables; asimismo, han creado
dependencias ejecutivas encargadas del tema y
han integrado de manera activa a las CAR y a
otros agentes sociales públicos y privados. De-
partamentos como Nariño, Caldas, Antioquia,
Valle del Cauca y Cundinamarca son algunos
de los que muestran mayores fortalezas y capa-
cidades en estos ámbitos de acción.
Se requiere elevar el nivel de forma-
ción de las personas encargadas del tema,
además del reconocimiento de las Oficinas
de Prevención de Desastres en la jerarquía
de la administración departamental, de ma-
nera que exista una participación activa en
los Consejos de Gobierno, dependencia di-
recta del gobernador. También es necesaria
la disponibilidad de un presupuesto como
un porcentaje fijo de la inversión total, que
permita la planificación a mediano y largo
plazo. Para que la gestión del riesgo de desas-
tre esté articulada realmente a los procesos de
desarrollo, como lo platea el borrador de ley
(Proyecto de Ley No. 158 de 2011 Senado, 050
Cámara de Representantes), el Comité Regio-
nal debe ser el mismo Consejo de Gobierno,
en donde participen todos los miembros del
gabinete y se puedan vincular entidades des-
centralizadas, la academia, entidades de soco-
rro y otros agentes sociales, de acuerdo con
110
las prioridades y necesidades planteadas. Los
encargados de coordinar el tema al interior de
la administración deben estar al mismo nivel
de los secretarios de despacho y depender di-
rectamente de los gobernadores, a fin de ga-
rantizar la articulación y coordinación entre
los diferentes responsables en las instancias
de gobierno, y tener capacidad de convocato-
ria para trabajar con los agentes que no per-
tenecen a la administración departamental.
Además, se debe contar con unidades técnicas
de apoyo u oficinas de gestión del riesgo de
desastres, las cuales es preciso que tengan los
recursos y la capacidad necesaria para pro-
veer los insumos técnicos indispensables para
la toma de decisiones por parte de las autori-
dades (gobernador y Consejo de Gobierno);
de esta manera se puede conciliar la gestión
del riesgo con los procesos de planificación
y gestión territorial y asegurar el funciona-
miento de herramientas como los sistemas de
información departamentales, entre otros, de
tal forma que se trabaje integral y transversal-
mente el conocimiento, la reducción del ries-
go y el manejo de desastres.
La recientemente aprobada Ley Orgá-
nica de Ordenamiento Territorial ofrece al-
ternativas para fortalecer la función de los
entes territoriales en la gestión de riesgo,
especialmente en los departamentos donde
el común denominador son indicadores de
pobreza preocupantes y niveles de capacidad
institucional bajos, como por ejemplo Ama-
zonas, Guaviare, Guainía, Vaupés y Vichada,
la mayoría de municipios de la costa Pacífi-
17 Vale la pena destacar que las CAR son las únicas que están por fuera de la
organización de los tres niveles de gobierno establecidos para la gestión
pública (nación, departamento y municipio); en muchos casos el terri-
torio cubierto no coincide con los límites administrativos, y por tanto, se
dificulta una articulación armónica.
Análisis de la gestión del riesgo de desastres en Colombia: un aporte para la construcción de políticas públicas