Gestión del Riesgo en Colombia Gestion Riesgo Banco Mundial Colombia | Page 327

Entre las ciudades estudiadas, Cali re- porta la percepción de riesgo más baja ante los fenómenos sísmicos, a pesar de estar en zona de amenaza alta. Sólo el 53% de los caleños en- cuestados consideran los terremotos como una amenaza, comparados con el 67% en Villavi- cencio, el 76% en Manizales y el 99% en Pasto; teniendo en cuenta que estas cuatro ciudades tienen el mismo nivel de amenaza sísmica. In- cluso, la percepción de riesgo de los encuesta- dos en Cali es menor que la registrada en Bogotá (66%) y Medellín (57%), áreas que se encuen- tran en amenaza sísmica intermedia. La conciencia frente a otras amenazas, como inundaciones, tormentas y deslizamien- tos, se ajusta más a la realidad. La encuesta muestra una alta percepción de riesgo ante inun- daciones en ciudades como Barranquilla, Carta- gena y Villavicencio, y un alto reconocimiento del riesgo de tormentas y vendavales en Barranquilla y Medellín. En cuanto a los deslizamientos, la ciu- dad que reporta mayor percepción es Medellín, seguida por Manizales. Todo esto es coherente con las condiciones geográficas y el número de eventos que dichas ciudades registran. Sólo un 49% de los encuestados seña- la que las pérdidas por desastres están au- mentando, percepción similar a la tendencia mundial según la encuesta del informe “Vi- sión de primera línea, 2011”, y aunque ese porcentaje refleja ciertos niveles de concien- cia, no es coherente con la realidad de un país donde las pérdidas están claramente in- crementando. El informe “Visión de primera línea, 2011” 1 concluye que el “57% de las perso- nas encuestadas sienten que se han incremen- tado las pérdidas por desastres en los últimos cinco años, mientras que el 21% percibe que ellas han disminuido” (Red Global de Organi- zaciones de la Sociedad Civil para la Reducción de Desastres, 2011, p. 4). Según la encuesta del Banco Mundial, en Colombia la cifra de los que 302 piensan que han disminuido las pérdidas es del 8%, los que dicen que han permanecido igual son el 24%, mientras que sólo el 49% cree que las pérdidas están en aumento, lo que deja un porcentaje importante de la población que no es consciente de la situación. Es preocupante que esta subestimación del riesgo en Colombia se registre en una encuesta realizada durante las inundaciones generadas por el fenómeno de La Niña 2010-2011, el cual afectó a más del 90% de los municipios del país (Gráfica 5.2). Por estratos socioeconómicos la per- cepción del riesgo es similar, aunque en los estratos más bajos es ligeramente superior. Según el Capítulo 1, los niveles de riesgo de los estratos 1 y 2 son mayores, en particular por la ocupación de suelos no aptos para la urbaniza- ción, la informalidad de los asentamientos, el no cumplimiento de estándares constructivos, y en general por factores de vulnerabilidad so- cial. En consecuencia, los desastres en Colom- bia tienden a generar un impacto relativo más amplio en tales estratos. Por eso no sorprende el mayor nivel de percepción de riesgo por parte de esta población. Por el contrario, los menores niveles de reconicimiento del riesgo se concen- tran en los estratos 3 y 4, lo que puede deberse a que los desastres menores no los afectan con la misma recurrencia que a los estratos 1 y 2, y que sus prioridades y preocupaciones son dife- rentes a las de los grupos sociales con mayores ingresos (Gráfica 5.3). 1 La “Visión de primera línea, 2011” es un proyecto de investigación y acción realizado por protagonistas de la sociedad civil en conjunto con organismos gubernamentales, cuyo propósito es medir el avance hacia la implementación del Marco de Acción de Hyogo (HFA) a nivel local, en regiones y países en desarrollo. Análisis de la gestión del riesgo de desastres en Colombia: un aporte para la construcción de políticas públicas