Gestión del Riesgo en Colombia Gestion Riesgo Banco Mundial Colombia | Page 129

alcalde. La interacción de los coordinadores es principalmente con los organismos de socorro, los entes de orden público y los organismos de salud, pero con el resto de la administración municipal la relación es limitada y no tiene el apoyo necesario para la toma de decisiones por parte del alcalde y su gabinete (Corporación OSSO, 2009b). Esto reduce la efectiva incorpo- ración de políticas e instrumentos estratégicos relacionados con la temática (PD, POT, defi- niciones presupuestales y de inversión). En la práctica muchos de los Comités Locales cum- plen más una función de intermediación para la consecución de recursos, en la medida en que los censos de damnificados y las evaluacio- nes iniciales de impacto deben ser refrendados por ellos para obtener dichos recursos. Esta si- tuación ha llevado a que en la propuesta actual para transformar el SNPAD, el CLOPAD sea el mismo Consejo de Gobierno y, por ende, la máxima autoridad de los procesos de la gestión del riesgo de desastres sería el alcalde indelega- blemente (Ingeniar Ldta., 2011). Las entidades locales con baja capaci- dad técnica reclaman un mayor apoyo de las entidades nacionales (Banco Mundial, 2011a). Gran parte del conjunto de municipios carece del personal técnico adecuado y no cuenta con los elementos necesarios para abordar los es- tudios que exige la normatividad actual y que son insumo fundamental para el ordenamiento territorial. A diferencia de otros países, como Estados Unidos y la mayoría de países euro- peos, en Colombia no se dispone de servicios geológicos e hidrometereológicos en el nivel regional y/o local que puedan apoyar la realiza- ción de actividades de monitoreo y evaluación del riesgo. Por lo tanto, es necesario considerar el fortalecimiento de capacidades en este nivel, bajo una estrategia que combine una mayor presencia de las entidades nacionales en el te- rritorio por medio de procesos de desconcen- 104 tración y descentralización, la articulación de las universidades y centros de investigación, la presencia de perfiles técnicos adecuados y la formación de personal de las gobernaciones, las CAR y los municipios. Según el Decreto Ley 919 de 1989 y la Ley 99 de 1993 las CAR asesorarán y cola- borarán con las entidades territoriales para los efectos de incorporar el tema de riesgo en la planificación. En el art. 64 del Decreto Ley 919 de 1989 se establece el apoyo de las CAR para la incorporación del componente de prevención de desastres en los PD de las entidades territoriales, en especial frente al ordenamiento urbano, las zonas de riesgo y los asentamientos humanos, mediante la ela- boración de inventario, análisis de zonas de alto riesgo y el diseño de mecanismos de solu- ción. Posteriormente, esta disposición se ratifi- có en la Ley 99 de 1993, que en su art. 31 dicta como función de las CAR “Realizar actividades de análisis, seguimiento, prevención y control de desastres, en coordinación con las demás autoridades competentes, y asistirlas en los as- pectos medioambientales en la prevención y atención de emergencias y desastres; adelantar con las administraciones municipales o distri- tales programas de adecuación de áreas urba- nas en zonas de alto riesgo, tales como control de erosión, manejo de cauces y reforestación”. El respaldo de las CAR a la gestión del riesgo de desastres ha sido heterogéneo, tan- to por restricciones de recursos como por diferencias de interpretación de la norma. En el Capítulo 3 del presente documento se evidencia cómo esta función ha sido cumplida de manera desigual; aunque algunas CAR ofre- cen respaldo oportuno a los entes territoriales en materia de información, apoyo técnico y cofinan- ciación, un gran número de ellas da un respaldo limitado. En general se comparte la convicción de que las CAR deben aportar información y Análisis de la gestión del riesgo de desastres en Colombia: un aporte para la construcción de políticas públicas