Tratamiento Farmacológico
Si bien hasta hace unas pocas décadas se utilizaban fármacos (anfetaminas, psilocibina, choques de acelticolina, etc.) y drogas (cocaína) para tratar el TOC, ahora en día se ha adoptado el uso de ansiolíticos y antipsicóticos, y claro, reducen la ansiedad de la persona, pero no modifica el núcleo obsesivo e incluso en algunos casos puede empeorarlo (Yaryura-Tobias y Neziroglu, 1983, citado en Vallejo, 2006).
Los antidepresivos, por el contrario, son los fármacos de elección (Vallejo, 1989, 1995). Estudios de doble ciego avalan la solvencia de la clomipramina como antiobsesivo más o menos específico, que consigue mejorías del 60% de los casos, incluso graves, independientemente del tipo obsesivo (ritualistas o rumiadores) y de la presencia o ausencia de depresión subyacente. Las dosis son elevadas (de 200 a 300 mg) y prolongadas, inclusive de por vida, ya que una suspensión del medicamente ocasionaría una fuerte recaída.
También se ha investigado acerca de la eficacia de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina en altas dosis diarias. (Vallejo, 1995; Ellingrod, 1998; citado en Vallejo, 2006) Concretamente, han demostrado tener propiedades antiobsesivas (Piccinelli y colaboradores, 1995; Greist y cols., 1995; Kobak y cols., 1998, citado en Vallejo, 2006):
- Citalopram: 40 – 80 mg
- Fluvoxamina: 150 – 300 mg
- Fluoxetina: 40 – 80 mg
- Paroxetina: 40 – 60 mg
- Sertralina: 100 – 200 mg
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