Generando Arte La Revista - Número 1 Generando Arte. La Revista Número 1 (Febrero 2015) | Page 48
estábamos inmersos. En esa época había
una ironía general, aunque luego lo nuestro
fue evolucionando hacia lo político, hacia
la realidad, siempre mantuvimos esa ironía
pero nunca me puse a pensar si había un
porqué.
GA: ¿Se encontró con las mismas oportunidades para hombres y para mujeres, o
esta concepción de la capital estadounidense fue simplemente un bulo que nos
hicieron creer?
JU: Aquello es igual. Estaban las Guerrillas
GA: Patricia vivió en Nueva York entre
el año 1986 y el 1989. ¿ Qué es lo que le
hizo dar el paso y la decisión de irse para
allá?
JU: Fuimos con una beca, cada uno, que
nos concedió el Comité Hispano Americano. En ese momento estaban dando becas
a licenciados, esto obedecía a un acuerdo
entre España y Estados Unidos, pero
hubo un año en que decidieron otorgarla a
artistas que empezaban. Entonces la solicitamos los dos, realmente la solicitamos
un grupo de amigos y la verdad es que nos
la concedieron a todos los que estábamos
empezando a exponer en Madrid. Entre
ellos estaban Juan Uslé, Leiro, Llamazares,
éramos un poco los que estábamos en ese
momento en Madrid. Deberíamos tener en
torno a treinta años. En concreto Patricia
llevaba unos cinco o seis años exponiendo, esto fue en el 86. Ya había una cierta
trayectoria.
GA: ¿Qué supuso para ella esta experiencia
en su carrera?.
JU: Fue un cambio total, fue una experiencia
muy intensa y muy importante para nosotros.
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en el año 87 y la verdad es que nos interesó
muchísimo el tema de este grupo artístico,
porque era masivo y muy potente. Sobre
todo la artista Bárbara Kruger. Nos llamó
mucho la atención esta manera de reivindicar y sobre todo ese desfalco de artistas
El ritmo del mundo
Girls con sus carteles donde reivindicaban
la existencia de muchos artistas masculinos
en museos y ninguna mujer… Esto sería
masculinos. Siendo nula la presencia femenina museística.
A otros niveles nos encantó la sociedad
americana con su capitalismo salvaje en el
mundo del arte. Sin embargo la parte dura
de la sociedad americana también nos conmocionó, no había seguros médicos, abusos
laborales, etc...
GA: ¿Cuáles fueron las razones o motivos
que le hicieron volver a su país?
JU: Bueno, volvimos porque nos echaron,
nos habían dado un visado de tres años, la
beca duró diez meses, no nos la quisieron
renovar, porque preferían que fuese gente
nueva, con lo cual el visado nos obligó a
volver, si no nos hubiéramos quedado. Pero
era difícil quedarse, era muy costoso.
GA: ¿Se cumplieron sus expectativas o se
sintió defraudada?, ¿con qué dificultades se
encontró?. Y en qué sentido se reflejó esto en
su obra.
JU: No habíamos conseguido galería, te
podías quedar de forma ilegal, pero como
habíamos firmado un papel de que volveríamos en tres años nos encontrábamos en una
situación más complicada de lo normal. Arreglarlo suponía más de un millón de pesetas. Lo
hizo Juan Uslé que había conseguido galería.
Nosotros habíamos conseguido vender pero
en el estudio, proyectos que no cuajaron,
también estábamos en el arte más joven y era
más complicado.
La vuelta fue un horror. Estábamos en plena
locura Expo 92, olimpiadas, un aterrizaje fuerte. En Nueva York ya habíamos hecho el grupo