Generando Arte La Revista - Número 1 Generando Arte. La Revista Número 1 (Febrero 2015) | Page 41
De puertas para fuera
Mujeres en el Arte
La otra mitad de la Historia. Ni más, ni menos
¿Qué pasa si abrimos un libro de Historia del Arte? ¿Qué ocurre si visitamos un museo? ¿Dónde están nuestras mujeres? Con los
comprometidos proyectos de “Mujeres en el Arte” les damos luz a todas las artistas que fueron relegadas a la sombra por la antaño sociedad
patriarcal.
N
o es sexismo, no es hembrismo,
se trata de igualdad. No… no es
una fiebre secundaria como acostumbramos a escuchar incesantemente las
y los que trabajamos con solidez y afecto
hacia el alentador rumbo de la paridad
para vosotros y nosotras. No… no se
encierra un interés mediático ni ideológico en esta labor de investigación, de rigor
histórico, de reconocimiento, de énfasis,
de aproximación, de divulgación…
La única doctrina válida en “Las Mujeres en el Arte” es la ecuanimidad; el único
credo legítimo es que las mujeres somos
la otra mitad de la Historia… Ni más, ni
menos…
Y es que sí… Sí es un compromiso ético;
una crónica paritaria, afortunada, pacífica
e imparcial. Sí… sí es un hecho desinteresado y versado. La desigualdad es políticamente incorrecta, pero lamentablemente
aún es arriesgado el enunciado: “Género”.
No es radicalismo porque es lo preciso,
no es fanatismo porque es lo justo, no es
relativo porque es lo objetivo.
“Mujeres de vanguardia en el Reina Sofía.
” Fotocollage. Rocío Penco Valenzuela.
Está claro que vosotros y nosotras ya
estamos preparados para “Las Mujeres en
el Arte”.
Tremebundo, complejo, fatigoso es llegar a las autoras sin encabezamientos que
escondan un trasfondo profundamente
misógino e interesado. No caigamos más
en desgracias ni en epígrafes que tras el
nombre femenino enrejen un machismo
ególatra; no persistamos en el incesante
abuso y uso para “descubrir” a las mujeres
artistas como: “hijas de…”, “hermanas
de...”, “mujeres de…”, “amantes de…”,
“madres de…”. No, no nos obstinemos en
incansables discursos ajumados de lastimerías ante las impertérritas artistas que
meritan un esperanzador Título Propio.
La Historia se merece una consideración
por y para ellas. No más “olvidadas”, ni
“reclusiones psiquiátricas”, no más “mujeres que lloran”, ni “musas dolientes”, ni
“mujeres que “imitan a sus maestros”…
El Arte es una demanda real, necesaria
y accesible y el público su máximo significado. Todos incluimos en nuestras
agendas de ocio las visitas a los museos,
donde también estamos las mujeres. Sólo
así es posible la equidad y la visibilidad;
únicamente gracias a la divulgación se
llega a la concienciación e importancia de
“Las Mujeres en el Arte”. En este sentido
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