Generando Arte. La Revista. Nº 3. Octubre 2015 | Page 26
La Residencia de Señoritas. Cien años de historia
Por Aurora Piñeiro
¿P
odéis creer que en este chalecito
de la calle Fortuny de Madrid,
hace ahora cien años, se inauguró una Residencia dedicada a
mujeres de provincias que venían a estudiar
a Madrid? ¿Que en esas instalaciones se estudiaban idiomas, se hacía deporte, se asistían
a conferencias impartidas por las grandes
mentes del momento?
En el curso de 1915-1916 se fundó la Residencia de Señoritas. Era un paso más del
proyecto regenerador de la sociedad de la
Institución Libre de Enseñanza que consideraba absolutamente necesaria la reforma
total del sistema educativo para conseguir la
formación integral del ser humano.
Cinco años antes se había inaugurado la Residencia de Estudiantes en la misma calle y con
el mismo fin pero dedicado a los hombres. El
espacio que dejaron libre para trasladarse a
la calle Pinar fue ocupado por las mujeres a
partir de las ideas de la Junta para Ampliación
de Estudios e Investigaciones Científicas (JAE) y el Instituto Internacional.
La Residencia venía a responder a la demanda de una nueva mujer que se había gestado
desde finales del siglo XIX, pero con especial fuerza una vez terminada la Primera Guerra
Mundial. Las jóvenes admitidas cursaban estudios oficiales: Magisterio, Farmacia, Derecho, Medicina, Filosofía y Letras... o preparaban oposiciones o, simplemente, deseaban tener una mayor formación. Allí contaban con un régimen y un programa muy estricto bajo la
dirección de María de Maeztu: conferencias impartidas por las mentes más privilegiadas del
momento (no olvidemos que el Premio Nobel Ramón y Cajal era el presidente de la JAE);
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visitas culturales por ejemplo al Museo del
Prado guiadas por Mª Luisa Caturla; paseos
por Madrid; excursiones y viajes al extranjero
como el organizado a Marruecos o Alemania,
y anualmente hacían visitas de intercambio
con Barcelona.
La estrecha vinculación con el Instituto
Internacional fue el motivo por el que se dio
tanta importancia a los idiomas, al deporte, al
intercambio con norteamericanas, la posibilidad de tener becas para realizar estudios en
sus Universidades e incluso, muy importante,
contar con un laboratorio para poder realizar
prácticas: el Laboratorio Foster.
Durante el primer año se inscribieron 30 jóvenes. La fama de la que se ha considerado “la
primera institución oficial con carácter universitario establecida en España para mujeres
graduadas” creció tan rápidamente, que hubo
que buscar nuevos espacios de alojamiento.
Fueron muchas las mujeres que pasaron por
allí, citar algunas es dejar fuera a otras muchas
pero nombremos a Victoria Kent que ingresó en el año de la inauguración, luego sería la
primera mujer Directora General de Prisiones. Teniendo en cuenta que este artículo va
dirigido a mujeres vinculadas al mundo del arte, dejemos constancia de aquellas que siguieron estudios en la Academia de Pintura, Escultura y Grabado: Delhy Tejero, Menchu Gal,
Joaquina Zamora Vicente, Ángela Masiá Trull, la cubana María Pepa Lamarque; o Maruja
Mallo, quien fue profesora de dibujo y residente.
Vinculadas con esta institución surgieron otras. como Lyceum Club, club femenino español fundado en 1926 o Juventudes Universitarias Femeninas creada en 1920.