Generando Arte. La Revista nº 2. Junio 2015 | Page 9
El tramo más alto de la escalera
C
ir a jugar con mis amigas, pero lo cierto es que me
parecía un mundo apasionante, a mí me gustaba
escuchar y conocer gente interesante, y eso sí que me
condicionó mucho.
Me casé enamorada, creía en el matrimonio (y
sigo creyendo) y en la familia, y como mi marido
trabajaba en Valladolid, allí llegué con veinte años y
casada.
omenzamos esta entrevista que, a la vista
de los resultados, parece más una charla
distendida entre tres personas que comparten
un espacio intangible común, que no se rompió ni
con el punto de realidad que pusieron las voces de los
niños de un colegio cercano, ni con los disparos de la
cámara de Natacha presente y participativa en todo
momento. Una entrevista tan cordial que terminó a
carcajadas, comentando que el origen del interés de las
mujeres de Santander en el arte viene desde las cuevas
de Altamira.
Generando Arte: Oliva, para empezar, me gustaría
que contaras tu trayectoria. Más de 30 años
trabajando como galerista son muchos. ¿Cómo
empezaste en el mundo del arte?
Oliva Arauna: A los 21 años quería haber montado
una galería de arte en Valladolid, aunque afortunadamente
no pudo ser. En las ciudades pequeñas hacer un proyecto
como el que he podido realizar en Madrid es imposible.
Todo empezó un día que vine a Madrid y fui a tomar café
a casa de mis padres. Allí estaba Adolfo Estrada, que me
comentó la posibilidad de participar en una galería que esos
momentos estaba empezando a tramitar su hija. Yo, que soy
de las que se tiran a la piscina sin agua, allí fui de cabeza sin
conocer a su hija pero llena de entusiasmo y consciente de
que en los años ochenta estaba todo por hacer.
G.A.: ¿Cómo fueron esos comienzos? ¿Y cómo
conseguiste evolucionar hasta convertirte en una de las
galeristas españolas más importantes?
O.A.: Creo que todo comienza con mis padres porque
me “chantajeaban” para que visitara un museo una
vez a la semana si quería tomar un pequeño aperitivo
los domingos. Pero naturalmente hay mucho más, yo
he viajado sola desde los catorce años y siempre he
llevado una “hoja de ruta” de los museos que tenía que
visitar. Seguramente no entendía todo, pero creo que lo
importante es que fui aproximándome a las obras y esto
no solamente me condicionó mi visión del arte, sino que
también condicionó mi vida.
Yo viví en una familia donde se acept