Generando Arte. La Revista nº 2. Junio 2015 | Page 56
El sillón de lectura
El más hermoso de los milagros
y otros cuentos de mujeres
C
on, el mas hermoso de los
milagros y otros cuentos de
mujeres, entre mis manos, que acarician impaciente sus
cubiertas con el deseo contenido
de sumergirme, cuanto antes en un
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libro, que como algún otro, se percibe imprescindible para el recreo
del conocimiento de quienes aman
la palabra bien escrita, como en
este caso en el que se mezcla la prosa con el perfume de la poesía. Es
este el efecto que la autora de esta
obra Paz Martin-Pozuelo Campillo
nos regala convertido en una narrativa seductora de envidiable belleza
literaria que solo posee quien
escribe y describe la realidad con el
innegable arte y la difícil maestría
especialmente en la elaboración
intelectual de los relatos breves.
Incrustado en el dominio narrativo
del vivir y desvivir de un mundo,
en el que las mujeres siguen soportando una premeditada invisibilidad.
Entre retazos de múltiples historias, que no saben a pocas, no por
su escasez si no por la abstracción a
la que arrastra cada relato en el que
se cuela con todo realismo el viaje
vital de la mujer entre los miedos
de una infancia diferente, que sin
descubrirlo anuncia el asombro
en la adultez de una violencia
in concebida que inconcebible
prosigue presidiendo la vida, de
quien siendo equivalente se la
destina a vivir bajo el símbolo de la
desigualdad, en donde los anhelos
de los derechos se convierten en
un derroche de valor que expresa
indignación contenida ante los
engaños que le roban cada día su
dignidad. La autora no describe
un paraíso inexistente porque, no
está narrando cuentos, fruto de
una imaginación desbordada, si no,
historias que conmueven por su
realismo, donde cobra efectividad
la violencia sexista, y reaparecen las
ausencias de valores que enturbian
la condición humana, por mucho
que el poder dominante, se empeñe
en lo contrario, acumulando mitos,
creando estereotipos o instalado
arquetipos inamovibles.
La generosidad de la madre que ha
parido esta obra literaria, adquiere
con toda su fuerza una proporción
digna del aplauso unánime de
cuantos disfruten el placer de su
lectura, se trata sencillamente de
un libro de mesilla de noche, ese
que siempre nos acompaña en la
cabecera de la cama, para poder
releerlo cada noche en la que las
inquietudes de la incomprensión
o la consumación de una injusticia
nos impide conciliar pacíficamente
el sueño reparador.
Ana María Pérez del Campo