Generando Arte. La Revista Nº 0 | Page 9

El tramo más alto de la escalera Sus acciones efímeras y su energía para producir malestar partiendo de la provocación y la contestación a través del arte (yo lo llamaría artivismo) se exhiben en la muestra del Guggenheim como una colección de objetos; sus performances se transforman en fotos (“Pieza Corte”) se reproducen sus mitades de habitaciones (“Media habitación”) o su cocina imantada de objetos flotantes (“Pieza de Equilibrio”) Se alinean sus frascos contenedores de agua (“Todos somos agua”) o sus bolitas de aire (“Dispensadores de aire”). Y te invita a que subas por una escalera para buscar con una lupa la palabra YES escrita en el techo, y de paso que sigas subiendo hacia el cielo y lo abras con sus “Llaves de cristal para abrir los cielos”. O te confunde, cuando sobre la pared se proyecta una mano que se cuela a través de una tela desgarrada, invitando a que la ayudes a salir del agujero, aunque no es lo que parece, la ironía es también su aliada y está presente en toda su producción. De su paso por Fluxus nos quedan pedazos de memoria en forma de partituras escritas, que nos remiten a los haikus japoneses, de los que ella es deudora. De ahí genera sus “instrucciones”, pequeños textos literarios, que unas veces se relacionan con la música, otras con sus propias piezas y sus montajes, otras describen una performance…. De esta manera se nos van mostrando la multiplicidad de medios, disciplinas y lenguajes en los que ella se expresa, incluyendo el medio cinematográfico, que utiliza de forma irónica para desmontar con sus imágenes de culos moviéndose en primer plano por la pantalla, el consumo banal de erotismo en el cine. También lo hace cuando nos muestra una mosca como sujeto y protagonista de un cortometraje, recorriendo el cuerpo desnudo e inerte de una mujer, que ya no actúa como elemento erótico. Se atreve también con el sonido vocal, lo lleva dentro desde su infancia por su formación en música clásica, y lo desarrolla en equipo con John Lennon con quien crea el grupo Plastic Ono Band, graba albumes sin parar después de la muerte de él y sigue más tarde participando en conciertos con sus amigos y con su hijo Sean. La música lo envuelve todo en su vida. "Pintura para dar la mano" 2012 DVD de Yoko Ono Da la impresión de que todas las obras de Yoko Ono son una amalgama de medios expresivos, unas conducen a otras, y se retroalimentan, del mismo modo como lo hace con su vida, donde mezcla sin fisuras los aspectos emocionales con sus consideraciones intelectuales, de tal forma que su vida se funde con su obra y su obra conforma a su personaje, ella misma es un híbrido entre culturas. Ella, que se funde entre las tensas cuerdas de su espectacular instalación “Lecho de río”, que empezó siendo un par de montículos de piedras, el de la alegría y el de la tristeza. El público participaba y trasladaba las piedras de un montículo a otro hasta que se formó una especie de cauce de un río. Ese río de piedras pero sin agua va surgiendo entre unos haces de luz que evocan las cuerdas tensadas que bajan hacia el río desde la pequeña ventana del techo. Gran escenario de luz y agua imaginarias para un baile que ella nos regala, simplemente moviendo su cuerpecillo entre las piedras y las cuerdas. Sin embargo la imagen que proyecta y que ha construido su mito no se confunde con su obra, como les pasaba a Warhol o a Dalí. Por algún motivo su personaje provoca en muchos casos animadversión, y se le presuponen comportamientos perversos, quizás por el hecho de ser mujer y poderosa, y de haber llevado siempre las riendas de su vida, a pesar de su unión con John Lennon. La imagen proyectada tal vez no se corresponde con la intencionalidad de denuncia contra la guerra de las acciones que emprendían juntos. Ambos fueron muy activos y juntos hicieron una jugosa utilización de la popularidad a favor de la paz. En todos sus eventos hay una constante que va vertebrando su vida: su necesidad de compartir. Desde sus performances, en las que invita a los espectadores a que se unan en la acción, su participación activa e intensa en colectivos como Fluxus, donde estaban incorporados sus amigos, pasando por sus proyectos musicales, que ella misma pone en marcha, al igual que sus películas, que graba en colaboración con sus coetáneos, siempre involucrando a sus compañeros sentimentales e incluso a su hijo Sean, son la clave de esa necesidad de actuar buscando aunar a la gente que ama en torno a su mundo creativo. Es como una diosa tribal, que lleva hasta sus últimas consecuencias el concepto de participación en todo lo que hace. Se vuelve a rodear de sus colaboradores y amigos en el Guggenheim (Jon Hendriks, antiguo amigo de Fluxus, la acompaña como curador), habla y se sorprende de la calurosa acogida que ha tenido en Bilbao y San Sebastián, es una mujer que quiere que la quieran. Su discurso se ha hecho muy pausado, “lo que puede ofrecer el arte es una ausencia de complejidad…” según sus propias palabras. Sus respuestas van a lo esencial “…no tengo miedo a la muerte, morimos y nacemos todos los días…”. Se declara feminista y habla de la revolución silenciosa de la mujeres, como la única vía para cambiar el mundo. María Jesús Aragoneses (Texto y fotografías) * Exposición de Generando Arte que puede verse en la Universidad de Alcalá de Henares, Iglesia de San José de Caracciolos 9