El terreno total de Ciudad universitaria mide 733 hectáreas, sin embargo, a partir del 2007 la UNESCO
inscribió 176.5 hectáreas en su lista del Patrimonio Mundial, por considerarla “una obra maestra del
genio creativo del hombre”.
Historia del escudo de la UNAM
Durante su rectorado, José Vasconcelos dotó a la Universidad de
su actual escudo en el cual el águila mexicana y el cóndor andino,
cual ave bicéfala, protegen el despliegue del mapa de América
Latina, desde la frontera norte de México hasta el Cabo de Hornos,
plasmando la unificación de los iberoamericanos: "Nuestro
continente nuevo y antiguo, predestinado a contener una raza
quinta, la raza cósmica, en la cual se fundirán las dispersas y se
consumará la unidad".
Significado del lema de la Universidad
Algo representativo de la Universidad Nacional Autónoma de México es su lema “Por mi raza hablara el
espíritu” el cual revela la vocación humanística con la que fue concebida. El autor de esta célebre frase,
José Vasconcelos, asumió la rectoría en 1920, en una época en que las esperanzas de la Revolución aún
estaban vivas, había una gran fe en la Patria y el ánimo redentor se extendía en el ambiente. Se
"significa en este lema la convicción de que la raza nuestra elaborará una cultura de tendencias nuevas,
de esencia espiritual y libérrima". Posteriormente José Vasconcelos dijo: "imaginé así el escudo
universitario que presenté al Consejo, toscamente y con una leyenda: Por mi raza hablará el espíritu,
pretendiendo significar que despertábamos de una larga noche de opresión".
Origen del Goya:
El origen de la Goya es por demás pintoresco. Se cuenta que, en la primera mitad de los años 40, llegó a
la Preparatoria un escuálido muchachito llamado Luis Rodríguez, quien al paso de tiempo se convertiría
en el más dinámico porrista y quien por su extrema delgadez fue apodado "Palillo".
"Palillo" se las ingeniaba para negociar con los encargados de los cines aledaños a la Preparatoria el
acceso de algunos estudiantes que preferían este entretenimiento a las cátedras escolares. Los cines en
cuestión eran el Río, el Venus y el más cercano a la preparatoria, el Goya. Y entonces, cuando los
muchachos buscaban irse de "pinta" al cine, gritaban ¡GOYA! Fue así que surgió la porra universitaria,
que hoy en día coreamos todos los universitarios que dice:
¡GOYA! ¡GOYA!
¡CACHUN, CACHUN, RA, ¡RA!
¡CACHUN, CACHUN, RA, ¡RA!
¡GOYA!
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