Fútbol en Marcha 3 diciembre, 2013 | Page 8

Poco a poco se va integrando el fútbol femenino y el respeto es cada vez mayor, ¿por qué eligió entrenar a un equipo masculino? No es que haya elegido entrenar a un equipo masculino, he entrenado en todas las categorías excepto infantiles, incluso llegué a entrenar hace dos temporadas un año a un equipo de Segunda Regional masculino. Con respecto al femenino sólo he estado una temporada como entrenadora, aunque lo conozco bien ya que estuve jugando varios años”. “Sinceramente no creo que sea tan diferente el fútbol femenino del masculino, simplemente es fútbol y se juega de la misma manera, quizás se diferencia en algunas cualidades como la fuerza o la velocidad, pero a la hora de entrenar pienso que lo más importante, a parte de los conocimientos, es saber manejar el vestuario sea femenino o masculino”. “El año pasado llegué al club porque el coordinador ya me conocía de antes, habíamos coincidido en otro club, además la directiva me conocía porque había pasado por las categorías inferiores y me propusieron entrenar al Juvenil B”. ¿Qué es lo más complicado de dirigir a un grupo Juvenil? ¿Cómo hace para ganarse la confianza de una veintena de hombres que están a su cargo deportivamente hablando? “Es una edad difícil de llevar, lo más importante es la credibilidad que tengas. Al principio te miden constantemente, los conocimientos que tienes, tu manera de entrenar, te ponen a prueba en cada ejercicio que haces, etcétera…, pero si les demuestras seguridad y confianza en lo que trabajas día a día, y además eres capaz de mostrar empatía, te vas ganando la confianza del grupo”. En un vestuario hay muchos secretos, ¿cómo es la relación de Ainhoa Meléndez en ese santuario? “La relación dentro del vestuario es como la de cualquier otro equipo, simplemente hay normalidad y buen ambiente”. ¿Qué le diría a una compañera que no se atreve a dar el paso de dirigir a un equipo masculino? “En mi etapa de jugadora sólo tuve entrenadores hombres, ¿por qué no podemos entrenar nosotras al masculino? Creo que simplemente es fútbol y que lo importante es ganarse la confianza y el respeto del grupo”. ¿Cuáles son sus aspiraciones como entrenadora? ¿Y cómo educadora? Como entrenadora mi aspiración es aprender día a día y seguir formándome para ello, me gusta muchísimo este deporte y no me pongo ninguna meta en particular sólo seguir disfrutando desde del banquillo lo que ya no puedo disfrutar como jugadora y poder transmitir mi manera de entender y ver el fútbol. Como maestra que soy, pienso que el fútbol puede y debe enseñar educación, debemos educar buenas personas para hacer grandes futbolistas. Este deporte debe enseñar valores como el compañerismo, respeto, empatía, disciplina, confianza, superación…” “debemos educar buenas personas para hacer grandes futbolistas”