Fútbol en Marcha 3 diciembre, 2013 | Page 19

Aspectos tales como la autoestima, el carácter, la socialización o valores éticos altruistas se verán favorecidos o perjudicados en función de cómo gestionemos los grupos deportivos de niños y niñas. Es fundamental que conozcamos cómo se produce el desarrollo evolutivo infantojuvenil, y saber manejar estrategias eficaces que nos lleven en el buen camino de la conducción del equipo y del desarrollo como personas de sus componentes, que es lo que debe primar en edades infantiles. A estas edades la victoria no va a ser que arrasen en competición ganando todos los partidos, a estas edades la victoria es conseguir inculcar en ellos y ellas unos buenos patrones de comportamiento, de respeto y buena conducta. Dejemos el resultado deportivo para años posteriores, cuando vayan creciendo, apostemos en estos primeros años de desarrollo por los resultados de crecimiento como personas. Nuestra labor en este sentido va a ser casi tan importante como el papel que ejercen los padres y madres de los/as jóvenes deportistas o del profesorado de la escuela a la que acuden. De manera opuesta a la creencia popular, la participación en deportes organizados no representa un beneficio automático para el niño o la niña. Se suele decir que si quieres que el niño o la niña desarrolle su carácter, se sociabilice, aprenda nuevos valores, etc. hay que apuntarlo en un equipo deportivo, pero para que esto ocurra, el papel del/de la gestor/a deportivo/a va a ser fundamental. El desarrollo del carácter, del liderazgo, de la buena conducta deportiva y de las orientaciones hacia un objetivo no aparecen por arte de magia con la mera participación. Estos beneficios a menudo llegan gracias a una supervisión adulta competente con entrenadores y preparadores que entienden a los niños y a las niñas y saben de qué manera estructurar programas que favorezcan el aprendizaje de experiencias positivas. El/La gestor/a deportivo/a es una persona influyente en la vida de los/las jóvenes deportistas y, por lo tanto, alguien a quien imitar. Por este motivo, debe ser congruente con sus acciones y comportamientos, tanto dentro como fuera del campo de juego. Seamos modelos de comportamientos positivos para niños y niñas, y para ello, un/a buen/a gestor/a deportivo/a debe cumplir las siguientes funciones: