Fábulas de Esopo | Page 7

FÁBULAS DE ESOPO H abía un ratoncito que, por su lisura, era la presa apetecida de Don comilón de mata y come. Así una tarde, el gato estuvo a punto de atraparlo cuando, providencialmente, apareció un perro, gran amigo del pericote y jurado enemigo del gato. -¿Que pretendes hacer, miserable, con mi amigo? -intervino el perro mostrándole los dientes. El gato, hecho un puerco espín, tomó las de Villadiego y se refugió en el tejado. Lo curioso es que, mientras el perro ladraba y el gato maullaba, el ratón, subido sobre el lomo de su amigo, se puso a bailar. Pero, un día, estando el perro ausente, el pericote se perdió en la panza del gato marrullero. MORALEJA: “De poco servía afanarte si la fortuna no está de tu parte”. DISEÑADO POR ABIHAIL DANITZA ESCRIBA CHÁVEZ Página 6