FÁBULAS DE ESOPO
H
abía un ratoncito que, por su lisura, era la presa
apetecida de Don comilón de mata y come.
Así una tarde, el gato estuvo a punto de atraparlo
cuando, providencialmente, apareció un perro, gran amigo
del pericote y jurado enemigo del gato.
-¿Que pretendes hacer, miserable, con mi amigo? -intervino el
perro mostrándole los dientes.
El gato, hecho un puerco espín, tomó las de Villadiego y se
refugió en el tejado.
Lo curioso es que, mientras el perro ladraba y el gato
maullaba, el ratón, subido sobre el lomo de su amigo, se puso
a bailar.
Pero, un día, estando el perro ausente, el pericote se perdió en
la panza del gato marrullero.
MORALEJA: “De poco servía afanarte si la fortuna no está de
tu parte”.
DISEÑADO POR ABIHAIL DANITZA ESCRIBA CHÁVEZ
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