Fábulas de Esopo | Page 4

FÁBULAS DE ESOPO U n asnito fanfarrón, que aún no había conocido el peso de la carga, retozaba en el bosque husmeando la fresca brisa de la mañana. De pronto, apareció un enorme jabalí mostrando sus temibles colmillos. -¿A dónde te diriges pisoteando mis dominios?, le preguntó el asno, socarronamente. El jabalí, mortificado por esta pregunta asnal, estuvo a punto de darle merecido castigo, pero reprimiendo sus impulsos, le dijo: - ! Sal de mi camino, miserable, y agradece que no tengo deseos de manchar mis colmillos con tu sangre asquerosa! Moraleja: “A palabras necias, oídos sordos”. DISEÑADO POR ABIHAIL DANITZA ESCRIBA CHÁVEZ Página 3