FÁBULAS DE ESOPO
U
na cocinera se hallaba muy atareada preparando en su
olla un guiso suculento. Entre tanto, una mosca
impertinente, daba vueltas tercamente donde la
mujer hacía el aderezo.
El bicho, atraído por el olor provocativo, en un abrir y cerrar
de ojos, se precipitó dentro de la olla, en momentos en que la
cocinera decía, levantado el cucharón:
-Mezclaré bien el guiso con la carne para que salga más
apetitosa.
En ese acto, la mosca se confundió entre la col, las cebollas y
la carne y no tuvo escapatoria. Pero, antes de perecer
ahogada, susurró:
-Comí y bebí como una gran dama. Además me tomé un
excelente baño. ¿Qué más se puede desear?
MORALEJA: “Trabajemos y triunfemos, que mañana
moriremos”.
DISEÑADO POR ABIHAIL DANITZA ESCRIBA CHÁVEZ
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