Que arrogante el alma mía que no se
para a mirar
Que tan solo demuestra humildad
Al escalón que adelanta el acenso
Pobres las almas que demuestran
calidad de servicio y bondad
Mi humanidad se ha señoreado
sobre los humildes
Y me he jactado de aparente fortaleza
Mientras mis cimientos se derrumban
Y mi fe no progresa
Que arrogante el alma mía
Que se ha creído que el mundo es mío
y que no exista nadie mas tan capaz
de merecer vencer ante el desafío
Que nadie tiene tanto derecho
A lo que debe ser mío por efecto
De la causa de mi fortaleza delante los
débiles.