Un día encontré a un ángel
Es que los ángeles no piden nada
acariciando la amplitud de mi cielo,
y a cambio entregan su mejor deseo
apenas estiré mi mano
pero mi ángel es diferente a todos
y toqué la suya en un roce al vuelo.
Mi ángel no tiene alas,
pues lleva el costal de mis anhelos,
lleva un cuento, un aura todo cariño,
para qué las quiere, para qué las quiero una mirada de caramelo
si es tan maravilloso allí en los aires
y en el alma un broche de oro
como aquí en los suelos.
que he prendido en mi pañuelo.
Me ha dado tanto en su afán de gloria
¿Acaso no es poesía tener un ángel
que sólo él sabe lo que le debo,
a ras del suelo?
le he dado tanto en mi afán de honra
que sólo yo sé cuánto le quiero.