Los que sí parece que han dado un pequeño
paso adelante con respecto a los demás son los
chicos del Münnich Motorsport. El desarrollo
del Ibiza está siendo lento, pero se avanza poco
a poco y eso se nota en los cronos de Reinis
Nitiss, quien carrera tras carrera está viendo
como las opciones de entrar en las semifinales son más claras, y tras haberlo conseguido
en Mettet por los pelos y haber sufrido mucho
en Lydden Hill por temas de potencia, en Hell
pudo clasificarse de una manera algo más cómoda, siempre teniendo en cuenta que para
ellos estar en semifinales es ir constantemente
con el cuchillo entre los dientes. Del otro Ibiza
poco se puede decir, ya que René Münnich está
lejos de lo que puede aportar Nitiss en pista.
Por último, dos pilotos que compiten de forma
independiente.
El primero de ellos es Robin Larsson, que después de conseguir el segundo puesto en Montalegre parece estar en un momento malo. Problemas, toques con adversarios, un ritmo que
no llega a ser el que suele tener... Puede que
el ser un piloto privado y sin un patrocinador
potente esté mermando las prestaciones de su
Audi A1 con respecto a los equipos grandes. Lo
que está claro es que al sueco no se le ha olvidado conducir en tres meses.
Otro que ha caido en una espiral descendente
es Liam Doran. Sorprendió a todos con el Mini
a pesar de estar en desventaja al llevar el motor
1.6L frente a los 2.0L del resto, llegando a verse
el nivel y la consistencia que tenía años atrás,
pero problemas mecánicos, incidentes como el
vuelco sufrido en la Q2 o simplemente la mala
suerte, están minando la moral del piloto británico que tan bien se las prometía a principios
de año. Penúltimo únicamente por delante de
René Münnich no es lugar para un piloto como
Doran.
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