satisfacer a la otra persona es lo que más deseo y sé (y tengo fe ciega en ello) que en satisfacer al otro está mi propia satisfacción. Aunque pueda parecer ridículo no tengo miedo más que a una cosa: no ser lo suficientemente complaciente y entregada como se espere de mí.
Ser sumisa, para mí, es deseo de ser sometida, es deseo de complacer al otro, necesidad de hacerlo así, como Él diga, como Él quiera, como Él desee… sin preguntas… sin cuestionar nada, por que llegado el momento tendré la certeza de
que, cuanto se me pida, tendrá una finalidad concreta: satisfacción total de mi Amo. Bien sea por conveniencia de algo
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