En el año 2004, el químico Antonín Holý del Instituto de la Química y Bioquímica de la Academia de las Ciencias de la República Checa presentó el resultado de su investigación realizada en colaboración con los colegas estadounitenses. Se trata de un medicamento que prolonga considerablemente la vida a los pacientes que son afectados por SIDA.
En 2002, surgió del laboratorio del mismo científico - del químico Antonín Holý - un medicamento completamente nuevo contra la hepatitis B. De este tipo de la hepatitis sufre más de 300 millones de personas en el mundo, da las cuales un millón de ellos no sobrevive esta enfermedades.
En las últimas décadas, la ciencia checa ha contribuido con muchos descubrimientos revolucionarios, inventos y métodos innovadores que han ensanchado los límites del conocimiento humano, ifluyen sobre la vida de la gente en todo el mundo