FIFA, la mafia incrustada en sus entrañas Suplemento especial FIFA | Page 3
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Señaló que los acusados “abusaron de su poder y posición de confianza para hacerse
con millones de dólares en sobornos y a través del chantaje”. En su opinión, este tipo
de actos causan un daño enorme al deporte.
Las principales víctimas, indicó, son las jóvenes ligas en los países en vías de desarrollo
que se benefician de los ingresos generados por los derechos del fútbol. También los
cientos de millones de seguidores que tiene este deporte por el mundo y que lo apoyan.
Por eso cree que los responsable de estas prácticas deben ser sometidos ahora a la
Justicia y espera que la acción legal mande un claro mensaje. También pidió a la FIFA
que haga una supervisión “más honesta.
El fútbol se adueñó así de la actualidad informativa en EE UU, pero no precisamente
por los motivos que se espera de un deporte que aspira a dejar de ser minoritario. A la
rueda de prensa acudieron cerca de 300 periodistas y medio centenar de cámaras. En
el acto participaron otros pesos pesados de la Administración estadounidense, como el
nuevo director del FBI, James Comey, y el responsable de acciones criminales de la
agencia tributaria, Richard Weber.
A primera hora de la mañana, a petición de las autoridades estadounidenses, fueron
arrestados en Zurich siete de los acusados de participar directamente en la trama o
como conspiradores, directivos de la FIFA o dueños de compañías de márketing que se
beneficiaron personalmente gracias al negocio de estos derechos: Eduardo Li, Julio
Rocha, Costas Takkas, Eugenio Figuerero, Rafael Esquivel y José María Martín. "Nadie
está por encima de la Ley", repitió el responsable de FBI. En paralelo, se inspeccionó la
sede de la CONCACAF en Miami.
Comey recordó que el fútbol es el mayor deporte del mundo y explicó que esta trama
de corrupción atentaba contra los principios sobre los que se sustenta. Lamentó
especialmente que este tipo de pagos ilícitos se hayan convertido en una forma de
hacer negocio en el seno de la FIFA.
Como añadió Weber, “los mismos líderes de la organización engañaron a los miembros
que se supone representaban”. “La corrupción, la evasión fiscal y el blanqueo de dinero
no pueden ser los pilares de cualquier negocio”, añadió.